4.1.2 La representación técnica a través de la historia

Desde la antigüedad, el hombre ha sentido siempre la necesidad de representar gráficamente el entorno que le rodea, como lo demuestran los dibujos y pinturas prehistóricos encontrados en las cuevas, como la de Altamira en el norte de España, donde nuestro antepasados representaron en los techos y paredes de las grutas su forma de vida, como ritos de fertilidad, ceremonias propiciatorias de la caza y batallas entre clanes. Con respecto a la técnica, utilizaron pigmentos minerales mezclados con grasa animal como aglutinante, y como pincel, usaron los dedos y alguna otra herramienta. De las primeras civilizaciones perduran escasos testimonios de dibujos, normalmente por la fragilidad de sus soportes o porque eran un medio para elaborar pinturas posteriores; es decir, eran bocetos que después fueron cubiertos con capas de color. Las culturas de la antigua China, Mesopotamia, el Valle del Indo o el antiguo Egipto, dejaron muestras evidentes de ello; ahí se idearon los primeros cánones de proporciones, como sucedió también en la antigua Grecia y Roma. El primer vestigio de un dibujo técnico data del año 2450 A. C. y se trata de una construcción esculpida en la estatua del rey Sumerio Judea que se conserva en el museo del Louvre, París.

Las nuevas necesidades de representación del arte y de la técnica impulsan a ciertos humanistas del renacimiento a estudiar propiedades geométricas para obtener nuevo métodos que le permiten plasmar fielmente con arreglo a normas matemáticas y geométricas impecables: Filippo Brunelleshi desarrolla la perspectiva cónica. El dibujo, de la mano de los grandes artistas renacentistas, cobra autonomía y adquiere valor propio en autorretratos, planos arquitectónicos variados temas realistas (como los de Leonardo Da Vinci, Alberto Durero, Leone Battista Alberti, Piero della Francesca y muchos otros), además de seguir sirviendo como estudio previo imprescindible de otras artes, como la pintura, la escultura, o la arquitectura. Da Vinci fue de los primeros qué uso el dibujo técnico como herramienta de la investigación científica, de la ingeniería y del diseño industrial; anteriormente, era suficiente para los creadores describir con palabras sus inventos o ideas.

Al descubrirse la perspectiva y la sección se sientan las bases formales de la nueva Geometría Proyectiva, cuyos principios fundamentales aparecen d la mano de Gérard Desargues en el siglo XVII. Esta geometría, estudiada por Blaise Pascal o por la de Hire, no alcanzó gran difusión dado el interés suscitado por la Geometría Cartesiana. Gaspard Monge fundó la escuela Politécnica en 1794; se le conoce como el inventor de la Geometría Descriptiva, la cual permite representar las superficies tridimensionales de los objetos sobre un plano bidimensional. Sin embargo, fue hasta principios del siglo XX, cuando Frederick Taylor y Henry Gantt se valieron de las representaciones gráficas para generar y analizar procesos técnicos.

La última aportación para el dibujo técnico ha sido la “normalización”; esto es, el conjunto de reglas y conceptos que pueden aplicarse al diseño y fabricación de ciertos elementos. Esta teoría ya era empleada por los egipcios para fabricar ladrillos y piedras de dimensiones preestablecidas, y en la revolución industrial, en la representación de planos y diseño de piezas; fue hasta la primera Guerra Mundial, con la necesidad de abastecer a los ejércitos y repara sus armamentos, cuando su práctica se impuso.

El objetivo de la representación técnica es “definir mediante el lenguaje gráfico una realidad especial de manera exhaustiva, no ambigua y no contradictoria”. En otras palabras, es transmitir un mensaje claro, detallado y especifico a toda persona que lo vea.

Hoy en día transmitimos nuestras ideas por diferentes medios, como el gráfico, el sonoro y visual. Cada uno de estos medios tiene diferentes códigos que van desde las letras, iconos y logotipos, hasta notas musicales, por citar algunos; su fin es integrar un mensaje que nos comunique algo, como las señalizaciones de transito que encontramos en las ciudades y carreteras. De esta forma, a través de la representación gráfica el hombre ha creado un lenguaje universal que todos podemos entender sin necesidad de hablar, independientemente del país donde nos encontremos.

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