"Si Centroamérica fue para Valle, la patria grande, la América Hispana-extensa zona de sesenta y ocho mil leguas cuadradas, como el mismo lo atestigua, y, en aquel momento, poblada por catorce millones de habitantes- se alzó ante sus ojos como la Patria Mayor, por cuyo respeto, progreso y unidad abogó toda la vida. (Funes. 2011. pág 269)

"Pero lo peor que trajo el sistema colonial fue la esclavitud que "anonadó al mundo entero" y abatió a millones de seres humanos" (Funes. 2011. pág 272)

"Valle tuvo la singular experiencia de vivir a cabllo entre dos épocas, la colonial y la independiente, la primera dando visos de extinción en el momento que nació el procer (1777), y la segunda anunciada por el acta del 15 de septiembre de 1821" (Funes. 2011. pág. 271)

"Realista como era, Valle veía con claridad meridiana el que la época independiente arrastraba, cual pesado fardo, muchas de las características que se signaron a la época colonial y que, pese al proclamado republicanismo de nuestros países se prolongaban". (Funes. 2011. pág 273)

"El presente de Nuestra América en tiempos de Valle, no sólo fue la época colonial, cuyos estertores le tocó vivir como pensador y ciudadano protagónico, sino la época independentista que de los tres siglos que la precedieron". (Funes. 2011. pág. 273)

"Valle fue más allá: entrevió la américa del futuro, América por el soñada, la América Hispana -Nuestra América- integrada en los económico, en lo político y en lo cultural, una América finalmente sin fronteras y con el batir de alas orientando a los propositos comunes, que no son otros más que la paz, el bienestar y el genuino desarrollo". (Funes. 2011. pág. 273)

"Valle consideraba que la fuerza no genera derechos y que, por lo tanto, su uso no daba a los conquistadores títulos legítimos sobre Nuestra América".

"La conquista de América y Valle lo veía con claridad significó un etnocidio contra los negros, cuyos derechos fueron defendidos ardientemente por la pluma y acciones del prócer". (Funes. 2011. pág. 290)

"En Valle la defensa del indígena partía de una premisa fundamental: la firme convicción de que el género humano es, en esencia, uno solo, independiente de la pigmentación de su piel."(Funes. 2011. pág 296)

"Valle no veía la situación de los indígenas el sello de lo eterno y lo inamovible, sino que, al contrario, confiaba en que algún día saldrían de su postración, y emergerían filósofos de sus filas porque al fin y al cabo, "Newton y el indio son hijos una familia, individuos de una especie."". (Funes. 2011. pág. 297