La psicología humanista, texto de Martinez. Cap. 11. Búsqueda de una clave metodológica.

La vida psíquica del ser humano es un conjunto que está formado por una estructura o sistema psíquico organizado y coordinado con fines externos.

Para conocer a una persona es necesario un medio perspicaz e inteligente para captar la estructura central y personal que da sentido a todo el resto.

La intencionalidad es la capacidad del hombre de tener intenciones; es una dimensión que las fundamenta.

McCleary y Lazarus hacen una afirmación que sería resumida de la siguiente manera: En todo ser humano existe un centro psíquico, dinámico y coordinador de los demás procesos, que autorregula y defiende de todo aquello que considera, prima facie, peligroso. Lo que en ciertos momentos puede estar constituido por esas percepciones, Por ello filtra esas percepciones según su capacidad presente de resistencia y tolerancia.

Sólo comprendemos un hombre cuando su vida, considerada globalmente, inteligiblemente relacionadas, constituyen una unidad. La observación de fragmentos de conducta nunca nos dará la comprensión del sujeto.

Según Spranger: la conciencia de unidad lleva a ver los hechos como cargados de significación en relación con la totalidad

Una acción permanece en su significado, a pesar de que pueda ser catalogado como una anomalía en la personalidad de un sujeto.

La personalidad sería una red de organización compuesta por sistemas en el interior de sistemas que da sentido y significado .

El foco de la comprensión es el valor-orientación de la persona, es decir su filosofía de vida, así puede entenderse el ser de un sujeto.

Cortina según el texto de Martinez plantea: "la esencia del hombre se halla solamente en la comunidad, en la unión de hombre y hombre, una unidad que se apoya en la realidad de la diferencia entre <<yo>> y <<tú>>

Feurerbach plantea la que el hombre se ha perdido en una anarquía de ideologías, y desea encontrarlo y acercarse a él en su aunténticay más genuina realidad. Piensa que esto se aprende estudiando a fondo la naturaleza de la relación interhumana. Con ello afirma su filosofía en la relación de yo-tú. Esta expresión indica una relación de persona a persona, de sujeto a sujeto, es decir, una relación de reciprocidad que implica un encuentro. Lo que es diferentes a la relación del hombre con las cosas, pues esto implica siempre una relación de dominio.

Marcel plantea que solamente podemos conocernos a nosotros mismos partiendo del otro o de los otros.

Tillich plantea que "lo que yo soy" y "lo que tú eres" solamente se llega a conocer a través de una vivencia mutua, a través de un conocimiento recíproco de lo que "nosotros somos"

Fromm en su teología terapéutica desarrolla el rol iluminador que se da en todo encuentro y lo aplica a la psicoterapia y a la "comunidad de curación".

Aristóteles afirma: "preguntando y contestando se entiende el "yo" y el "tú", y no sólo se entienden entre sí, sino que se entienden, además, a sí mismos. Y en La República puntualiza que la verdad es fruto del pensamiento dialéctico.

Erikson plantea lo respectivo al diálogo, que sería: que desde niños no solo empezamos el diálogo con el "otro", sino con todo "lo otro". Y esta actividad tiene dos direcciones. La primera de esas direcciones guarda relación con la adaptación del ambiente al individuo y la otra la adaptación del individuo al ambiente.

La empatía se entiende como el proceso por medio del cual una persona es capaz de colocarse imaginariamente en el lugar y en la situación de otro, con el fin de comprender sus sentimientos, puntos de vista, sus actitudes y tendencias a actuar en esa situación dada.

Es posible logar un estatus de alter ego con una persona.

A medida que el encuentro avanza, la estructura de personalidad del otro va tomando forma en nuestra mente; comienza por nuestras primeras impresiones, con la observación de sus movimientos, sigue solo el oído de su voz, la comunicación no verbal y toda la infinita gama de contextos verbales, por medio de los cuales se pueden clarificar los términos, definir los problemas, orientar hacia una perspectiva, patentizar los presupuestos, evidenciar la arracionalidad de una proposición, ofrecer criterios de juicio o suplir los hechos necesarios.

El contexto verbal permite al interlocutor: elevar el interés, reconocer sus logros, prevenir una falsificación, reducir los formalismos, estimular su memoria, aminorar la confusión o ayudarle a explorar, reconocer y aceptar sus vivencias inconscientes. Y en cada una de estas posibles interacciones también se puede decidir la amplitud o estrechez con qué debe plantearse el problema, si una pregunta debe estructurarse plenamente o dejarse abierta y hasta qué punto es conveniente insinuar una solución o respuesta.

La epoché (poner entre paréntesis lo subjetivo, teórico y la tradición) de Husserl aconseja ser total para poder comprender al sujeto.

La relación dialógica permite poner de relieve las razones escondidas que dan sentido a lo que parece irracional, conduce al descubrimiento de la estructura psíquica de la persona estudiada y permite programar procesos de recuperación y autorrealización.

La introspección para Adler consiste en analizar a través de una observación disciplinada, los datos de las vivencias y descomponerlos en sus elementos irreductibles y en especificar sus atributos: calidad, intensidad, extensión, etc.

Toda persona dirige su atención su atención al mundo exterior o interior en forma selectiva, por lo tanto su percepción será selectiva.

Al hablar de intencionalidad, la percepción selectiva es una realidad innegable de nuestra estructura cognoscitiva y derrumba toda pretensión de objetividad.

Ya que no se puede actuar sin presupuestos... tratemos de tomar plena consciencia de ello para reducir a un mínimo su influencia en nuestro sistema cognoscitivo.

El clima vivencial plenamente genuino y auténtico, la comprensión empática y profunda y la aceptación y el aprecio incondicionales crean una atmósfera cálida acogedora que desvanecen poco a poco las actitudes defensivas y permiten el acceso a las vivencias más profundas, volviendo así consciente lo inconsciente, con lo que ayuda a que el relato sea más fidedigno y objetivo.