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Diez Mandamientos
La verdad es que este “sobre todas las cosas” no se refiere a Dios como ser, sino al acto de amar.
La ley de Dios requiere de nosotros no tomar su nombre en vano, por lo que Jesús nos enseña a orar: “Santificado sea Tu nombre
Él ha permitido que todos los domingos tengamos una fiesta, que es nada menos que la Santa Misa.
Honramos a nuestro padre y a nuestra madre cuando agradecemos todo lo que han hecho por nosotros.
La vida es el don más precioso que el Señor ha dado al hombre.
Este mandamiento nos obliga a respetar nuestros cuerpos que nos conduce a alcanzar el camino de la pureza (VER REVERSO)
