Este proceso consiste en reducir su contenido de agua, además de facilitar la conservación de un producto.

Estos productos se pueden obtener a partir de fruta fresca, refrigerada, elaborada en pasta congelada o conservada con sulfito (conservador de alimentos derivado del azufre).

Son productos que se someten a bajas temperaturas para su conservación.

Consisten en una mezcla de fruta y azúcar que por concentración se ha vuelto semisólida.

Es una mezcla de pulpa de fruta y azúcar que se ha concentrado hasta tal punto que, al enfriarse la masa se vuelve sólida.