Pitágoras (569- 475 a.C) nació en la isla de Samos, se transladó a Crotona, situada al sur de la península italiana, y fundó una

escuela místico religiosa y político- filosófica, que se inspiró en el orfismo. Según el orfismo, la naturaleza humana tendría una

dimensión negativa y otra positiva. Mediante rituales de ascetismo y purificación, con los que se proponía modernizar el culto

dionisíaco, la parte negativa podría ser descartada, quedando liberada así la parte positiva, divina, el alma inmortal, que lograría su

salvación definitiva, y no volviendo a revolverse con lo negativo. El carácter enigmático de los principales principios de la escuela y el

hecho de que no conservemos ningún escrito del propio Pitágoras, hace imposible determinar la autoría de las diferentes doctrinas

de la pitagórica. Las dóctrinas pitagóricas contienen tres asuntos diferentes: la transmigración de las almas,las matemáticas y la

doctrina de la armonía.

La doctrina de la transmigración de las almas sostiene que al fallecer un ser vivo, el alma se divide del cuerpo y va a unirse con otro

para formar un nuevo ser vivo. El alma debe purificarse en su vida actual para alcanzar una vida superior en su próxima existencia.

La importancia de los pitagóricos depende de su dedicación a las matemáticas. Quedaron cultivados por la idea de que la

naturaleza entera respondía a un orden matemático. Les llevó a formularse una pregunta ¿por qué los seres naturales se acomodan

a las matemáticas? La respuesta que encuentran consistió en sostener que los mismos principios que gobernaban a las

matemáticas deben gobernar también a la naturaleza. Para los pitagóricos, los números habrán de ser el fundamento y origen de la

realidad. Resulta sorprendente que se proponga a un ente formal como principio de todo ser material. Para los pitagóricos, los

números eran realidades tan materiales como lo pueden ser un árbol o un libro. A esta concepción de los números contribuyó, el

que griegos los representasen de forma espacial, mediante puntos. El número que hablan los pitagóricos es el número aritmético

como el geométrico, el uno representa el punto, el dos la línea, el tres la superficie y el cuatro el volumen. Los números son muchos

y había que encontrar una explicación para ellos, los pitagóricos encontraron que no había uno sino dos principios: lo par y lo

impar. La dualidad de elementos propuestos como sustancias originarias lo par y lo impar, llevó a los pitagóricos a constituir un

dualismo general en toda la realidad, de modo que todo se organiza en parejas de opuestos. Estos opuestos tienen que reunirse

para ser capaces de generar toda la realidad. Esta unión no se realiza por el triunfo de uno de los opuestos sobre el otro, sino

mediante la armonía.

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