FRASES:
TU HIJO TU ESPEJO.
1. Las defensas.
-La proyección es el proceso de atribuir a otros lo que pertenece a uno mismo, de tal forma que aquello que percibimos en los demás es en realidad una proyección de algo que nos pertenece; puede ser un sentimiento, una carencia, una necesidad o un rasgo de nuestra personalidad.
Tu hijo, tu espejo:
-El oasis es ese hijo o hija que casi se autoforma y se autoeduca.
-El hijo "maestro", en cambio, nos voltea al revés, es el que nos hace madurar, aprender y crecer, el que nos hace leer libros, ir a terapia, cursos y conferencias para encontrar la forma de lidiar con él, nos hace volver los ojos al cielo en busca de ayuda y con ello nos acerca a nuestra parte espiritual.
-"Yo NO PUDE HACERLO, HAZLO TÚ POR MÍ".
-Todos venimos a la vida a hacer algo, a eso lo llamamos vocación o misión, nacemos con habilidades y talentos para ello, desde niños sabemos cuáles son, es más, jugamos a eso; pero los miedos, los prejuicios y las opiniones de los adultos que nos rodean comienzan poco a poco a influenciar y a poner en duda esa claridad respecto a nuestra vocación, de modo que cuando llegamos a la adolescencia nos convertimos en uno de esos jóvenes que han olvidado lo que quieren en la vida y para qué son buenos.
- Como si su trastorno fuera la única parte de sí misma que sólo ella controlaba.
-Sobra decir que siendo la madre de Katia una frustrada bailarina de ballet que se quedó con las ganas de brillar, intentaba inconscientemente curar su frustración y fracaso a través de su hija, a costa de lo que fuera.
- Contraer matrimonio con el tipo de persona con la que el padre o madre hubiera querido casarse.
- Reconciliarte con tu propia vida, amar tu pasado tal como fue, encontrar la manera en el aquí y ahora, de acuerdo con tu realidad, de construir un proyecto de vida que te haga ser lo más feliz posible.
- Así son los sentimientos —recuerda que no querer verlos no significa que se vayan—, y entonces desarrollamos ciertos rasgos, como una preocupación extrema por el bienestar.
-¿Cómo puede una mujer embarazarse, sentirse feliz y tranquila, poseer órganos reproductores sanos y funcionales cuando cada una de sus células tiene registrado el mensaje: "Soy un error, estoy equivocada siendo mujer, soy inadecuada, debería ser hombre, eso sería lo correcto"?
- Esos recursos son el potencial idóneo para un trabajo terapéutico profundo y comprometido como el que Paty realizó para reconciliarse con su femineidad, con sus órganos y su cuerpo, hermoso por cierto.
-A veces tiemblo ante la ignorancia de algunos padres al suponer que sólo las palabras llevan mensajes a los hijos y que éstos son tan tontos que no son capaces de entender, a cualquier edad, todo lo que decimos sin hablar.
-El síndrome del "patito feo" Entonces supo que no era feo como todos habían dicho y comprendió que el rechazo que sufrió se debió solamente a que era diferente.
- Ese muchacho no necesitaba crecer para que las mujeres lo rechacen, puesto que la primera mujer importante en la vida de un hombre, su madre, ya lo rechazaba.
-El lenguaje no verbal (tonos de voz, gestos, mirada, respiración, posturas y movimientos corporales, imágenes energéticas en nuestra aura) constituye 80% de nuestra comunicación, de tal manera que no necesitamos hablar para dar un mensaje a un hijo.
- El hijo "patito feo" sufre, siente el rechazo y puede llegar a convencerse de que efectivamente algo está equivocado en él. A veces ese dolor lo lleva a volverse rebelde y resentido, o a desarrollar algún síntoma, hasta que, como el patito del cuento, encuentre quiénes lo amen y aprecien tal cual es, porque aprecian su valor y su belleza, si es que tiene la suerte de encontrarse con personas que son capaces de ver más allá.
-Carta para su hijo, la cual, por supuesto, nunca le daría, puesto que sólo tendría fines terapéuticos.
-¿qué sucede cuando un padre que siente un importante grado de rechazo hacia un hijo lo mantiene negado y reprimido? En el mejor de los casos, mostrará agresión y desamor hacia su hijo, y digo en el mejor de los casos porque ésta es la forma menos insana de manejarlo.
-Cuando un padre muestra abiertamente y directamente estos sentimientos, el hijo sabe dónde está parado, sabe qué esperar, está viendo la piedra en la mano del padre y buscará la forma de protegerse cuando la lance; construirá escudos, desarrollará estrategias, echará a andar todo su ingenio y su potencial para lidiar con la situación.
- El hijo sobreprotegido crece débil, timorato, demandante, dependiente, inseguro, sin tolerancia a las frustraciones y tormentas de la vida, ignorando su propio potencial porque nunca le han permitido conocerlo y mucho menos utilizarlo; no le han dejado desarrollar sus músculos psicológicos, le han allanado demasiado el camino, le han facilitado demasiado la vida.
- Con la sobre-protección le han dado el mensaje implícito: "TÚ NO PUEDES, POR ESO LO HAGO YO POR Ti".
-Si tuviéramos que elegir entre el rechazo abierto y directo y la sobreprotección, nos convendría elegir el primero, porque, aunque ambas situaciones causan dolor, en el primer caso el hijo desarrollará la fortaleza suficiente para salir adelante, para defenderse, para compensar de alguna manera las carencias derivadas del abandono emocional producido por el rechazo.
- Pero optemos mejor por otra alternativa, podemos hacerlo: elijamos el amor.
-Cuando un padre insiste con el hijo a tal punto que parece obsesionado por cambiarlo para que haga eso que "debe" hacer, no hay duda de que hay algo más, algo que el padre está proyectando en el hijo de manera inconsciente
-"Si NO PUEDO CAMBIARLO A ÉL, TE CAMBIO A TI".
- Que no fume, cuando el padre es un fumador empedernido; que no diga "malas palabras", cuando el padre las dice a cada momento; que sea ordenado, cuando el padre es en extremo desordenado.
"ESTO ES MÍO, NO ME GUSTA, NO LO PUEDO CAMBIAR, CAMBÍALO TÚ POR MÍ".
-En cada etapa del desarrollo de nuestros propios hijos, se advierten nuestras propias necesidades no satisfechas de desarrollo infantil.
-Nuestros hijos pueden ser verdaderos maestros si estamos dispuestos a reconocer nuestra parte de responsabilidad en lo que nos sucede con ellos o a través de ellos, que son nuestro espejo.
-Los apodos tienen el poder de determinar actitudes en la persona que lo lleva; poner apodos no es una buena idea y menos aún cuando éstos son tan desagradables como la gorda, el flaco, entre otros peores.
-La forma en que le llamemos a una persona tendrá poder, porque el verbo y su sonido tienen poder.
Su nombre es envidia:
-Toda la frustración y amargura que hay en esas expresiones como "A tu edad yo ya mantenía una familia”, pueden ser causa de que un padre sienta envidia por su hijo.
-Aunque parezca increíble, existen madres que meten cizaña entre sus hijas para provocar conflictos, de manera que en lugar de aliarse entre sí se alíen a ella cada una por su lado, para llenar la soledad que la agobia.
-Tu hijo reactiva en ti ciertos sucesos o etapas de tu historia personal en los cuales has dejado conflictos sin resolver o heridas sin sanar.
-Tu hijo tiene algo que tú no tienes, pero lo deseas(ves tu carencia proyectada en el otro: resultado, envidia).
La pesada carga del hijo parental:
-El termino Hijo Parental se refiere a los hijos que hacen la función de padres de sus hermanos o de sus propios padres, o como sustituto de pareja de uno de éstos.
-El hijo parental suele ser muy maduro, muy fuerte y responsable, contrariamente al padre o madre que debería llevar a cabo esta función, quien suele ser débil, inmaduro o con muchos conflictos emocionales o de personalidad.
-El hijo es el hijo y nunca será, ni tiene por qué ser el sustituto del padre o la madre ausente.
-Hay madres inmaduras que cuando el padre sale de viaje se llevan a dormir a sus hijos a su lado, porque tienen miedo o porque no soportan la soledad.
El compromiso sagrado:
-Ser padre o ser madre es el más honroso y sagrado compromiso que adquirimos con la vida, compromiso que algunos deciden no cumplir.
-Cuando tienes esa sensación de que tus hijos te deben algo, lo expreses o no, sin lugar a dudas no estás cumpliendo tu función de proveerlos desde el amor.
-Los padres necesitamos trabajar en los planos internos, porque a fin de cuentas, los externos son reflejo de los primeros.
-No importa cuál sea el problema que un hijo presente: el amor incondicional de los padres será indispensable para resolverlo.
-Un padre que ama profundamente a un hijo sabe por intuición qué hacer y qué no hacer, cuándo dar y cuándo pedir, cuándo ayudar y cuándo dejar, cuándo hablar y cuándo callar, cuándo retener y cuándo soltar.
-Reducir pues la paternidad a un conjunto de técnicas, fórmulas y comportamientos es ignorar el poder curativo del amor.
-Amar a tu hijo significa que puedes sentir y mostrar todos tus sentimientos, tu amor, así como tu enojo, tu aprobación, tu desaprobación, tu alegría y tu tristeza.
-Mar a tu hijo significa respetar inmensamente su propio camino sin entrometerte más de lo que te corresponde.
-Existen por fortuna muchas formas de expresar amor, pero hay formas que tienen algo de mágico.
-Recuerda cuanto lo amas y díselo.
-Trascendente es: todo aquello que daña a uno mismo daña a otros o tiene repercusiones importantes dentro de uno, que afecta negativamente la vida presente o futura.
-El contacto físico es una necesidad física y emocional básica del ser humano y sólo cuando se ha padecido rechazo, desamor o agresión física, la gente desarrolla temor o aversión hacia este contacto.
-Las manos no son sólo para el trabajo, el castigo y el sexo. Son mucho más: un medio humano realmente creíble de hacer contacto.
-No comprendemos que detrás de los "malos comportamientos" de ese hijo se esconde una llamada de atención, una petición de ayuda, una súplica de amor y aceptación, una búsqueda de felicidad, de llenar un vacío, de sentirse seguro, de sentirse valioso, y ese comportamiento es la única forma que ha encontrado para conseguirlo.
-Estar con una persona feliz es verdaderamente agradable, ser pareja de una persona feliz es maravilloso y enriquecedor, ser hijo de unos padres felices es sentirse seguro, amado y con el permiso de también ser feliz.
-La felicidad no depende de lo que está pasando afuera; es un estado interno presente aun en los momentos difíciles de la vida.
-Tomar la responsabilidad de tu propia vida y dejar de esperar que alguien externo te haga feliz.
.El compromiso sagrado:
-Los caminos de la comunicación entre padres e hijos son casi siempre los verbales.
-Tal vez el padre ha estado diciendo lo mismo durante años y el hijo ha reaccionado de la misma forma ante ese mensaje durante los mismos años
-y te pregunto: ¿Ha funcionado? Seguramente la respuesta es no, porque si hubiesen funcionado no habría necesidad de repetirlo.
-Caminar el mismo camino te llevará siempre al mismo lugar.
-Conéctate con tu Alma, tu Espíritu, tu Ser Superior, tu Esencia o cualquiera que sea la forma en que te guste nombrar a esa parte tuya luminosa y sabia. Simplemente llámala de la misma forma en que llamarías a alguien con quien deseas estar y confía en que tu llamado será respondido. Llamar a esa parte tuya es hacerte consciente de ella y conectarte.
-Agradécele los aprendizajes y las lecciones, pídele perdón por lo que te corresponda hacerlo, háblale de las áreas de tu relación con él que te son difíciles, reconócele su bondad, su luz y su belleza. Te descubres criticándolo o juzgándolo estás hablando desde el Alma, sino desde el ego, pero por favor no te recrimines por ello, sólo date cuenta e intenta moverte al plano de tu Alma. Y luego escucha, escucha lo que el Alma de tu hijo tiene que decirte y deja fluir, fluir y fluir esa comunicación, tómate tu tiempo, disfrútalo, hasta que sientas que por esa ocasión ha sido suficiente.
-Respira el amor, llénate de amor y siente e imagina cómo llena cada parte tuya, cada espacio, cada célula, cada átomo, cada partícula de tu cuerpo y de tu campo de energía y, sobre todo, tu corazón y el centro de tu pecho, curando las heridas y abriendo los espacios de tu corazón.
-Imagina que tu hijo está frente a ti. Tómate un tiempo para verlo mientras sigues recibiendo todo ese Amor por la parte superior de tu cabeza.
-Ahora imagina que en el centro del pecho de tu hijo se abre un espacio, una puerta y lo mismo sucede en el centro de tu pecho; a través de esa puerta que has abierto en tu pecho empieza a fluir amor como una hermosa y radiante luz dorada y rosa que sale de tu pecho y llega al pecho de tu hijo; no necesitas hacer más, una vez que instalas esta conexión la luz seguirá fluyendo.
-Finalmente llegas a un nivel muy especial, puedes llamarle Plano Espiritual o Cielo, o como más te agrade, lo cierto es que ahí te está esperando un Ser de Luz, sabio y amoroso, que será tu Guía en este trabajo.
-Te recibe con los brazos abiertos, amorosamente, y te conduce a un espacio especial, donde se te permitirá presenciar algo muy importante para ti.
-Ahí están dos almas, bellas y luminosas, que todavía no nacen en la Tierra,
se están preparando para hacerlo; están acompañadas por un Gran Ser de Luz, charlando entre sí, pidiéndose algunas cosas una a la otra, haciendo acuerdos y contratos, quieren ayudarse mutuamente a crecer y aprender lo más posible para el momento en que tengan un cuerpo físico en la Tierra, porque se aman inmensamente.
-Repasa también todas las cosas buenas que hay en tu hijo, ve su luz y su belleza, y si cualquier sentimiento o recuerdo oscuro llega, sólo déjalo pasar y sustitúyelo por uno luminoso, porque en estos momentos sólo estás enfocado en la luz, la alegría, el amor, los buenos recuerdos, los actos hermosos de tu hijo.
-Ahora imagínate que a dos metros o más frente a ti está una pantalla.
-Coloca en esa pantalla, una sobre otra, todas las imágenes que tienes de tu hijo fracasado, enfermo, accidentado o pasándole ese "algo" que tanto miedo y preocupación te causa. Coloca primero una de las imágenes, luego otra encima y así sucesivamente.
-Ahora imagina que del cielo, del universo, o como quieras llamarle, baja un rayo de luz color violeta
-Conclusión:
Estoy convencida hasta la médula de todo lo que he escrito en este libro y lo he escrito con el enorme y honesto deseo de contribuir a llenar con amor las frecuentemente dolorosas relaciones entre padres e hijos.
Estoy convencida de que al conocer las dinámicas inconscientes entre nosotros, podremos comprender mejor lo que nos pasa y por qué nos pasa, y ser más compasivos los unos con los otros.
-Estoy convencida de que abrir nuevos caminos de comunicación en los planos internos contribuye infinitamente a limpiar, renovar y reconstruir los caminos de relación en los planos externos y que el trabajo con las prácticas aquí propuestas te ayudará a lograrlo.
-Ser padre es una aventura que no termina, somos padres hasta el fin de nuestra vida y hasta entonces seguiremos proyectando necesidades, sentimientos y toda clase de características propias en nuestros hijos. Esperar que "no nos vuelva a suceder" sería como esperar que dejemos de ser humanos.