En contra del suicidio

Ha habido muchos argumentos filosóficos hechos que sostienen que el suicidio es inmoral y poco ético. Un argumento popular es que muchas de las razones para cometer suicidio – como la depresión , el dolor emocional, o las dificultades económicas – son transitorios y se puede mejorar con la terapia y por realizar cambios en algunos aspectos de la vida. Un común adagio en el discurso que rodea la prevención del suicidio resume este punto de vista: “El suicidio es una solución permanente a un problema temporal”. Sin embargo, el argumento en contra es que el dolor emocional mientras que puede parecer transitorio para la mayoría de la gente, y en muchos casos lo es, en otros casos, puede ser extremadamente difícil o incluso imposible de resolver, incluso a través de consejería o cambio de vida, en función de la gravedad de la aflicción y la capacidad de la persona para hacer frente a su dolor. Ejemplos de esto son la enfermedad incurable o una enfermedad grave, mental durante toda la vida.

Absurdismo

El francés – argelino absurdo filósofo Albert Camus vió la meta de absurdísimo para establecer si el suicidio era necesario en un mundo sin Dios. Para Camus, el suicidio fue el rechazo de la libertad. Él piensa que huyen de lo absurdo de la realidad en ilusión , la religión o la muerte no es la salida. En vez de huir del absurdo sinsentido de la vida, debemos abrazar la vida con pasión.

Existencialista Sartre describe la posición de Meursault, el protagonista de Camus El extranjero que está condenado a muerte, de la siguiente manera:

El hombre absurdo no se suicidará, quiere vivir, sin renunciar a nada de su certeza, sin futuro, sin esperanza, sin ilusiones … y sin renuncia tampoco. Mira fijamente a la muerte con atención apasionada y esta fascinación lo libera. Experimenta la “irresponsabilidad divina” del hombre condenado.

filosofía de inspiración cristiana

GK Chesterton llama suicidio “el mal supremo y absoluto, la negativa a tomar un interés en la existencia”. Argumenta que una persona que se quita la vida, en lo que a él respecta, destruye el mundo entero (al parecer repitiendo exactamente Maimónides vista “).

Liberalismo Clásico

John Stuart Mill argumentó, en su influyente ensayo ” Sobre la libertad “, que, como el sine qua non de la libertad es el poder del individuo para tomar decisiones, cualquier opción que se podría hacer que privaría a uno de la capacidad de tomar decisiones futuras deberían evitarse. Por lo tanto, para Mill, la venta de uno mismo en la esclavitud o quitarse la vida debe ser prevenida con el fin de evitar la exclusión de la capacidad de tomar decisiones ulteriores. En relación con estos asuntos, Mill escribe en “Sobre la libertad”

No sólo las personas no están sujetos a los compromisos que violan los derechos de terceros, pero a veces se considera una razón suficiente para liberarlos de un compromiso, que es perjudicial para ellos mismos. En este país y en otros más civilizados, por ejemplo, un contrato por el cual una persona debe vender, o permitir a sí mismo para ser vendido como esclavo, será nula y sin efecto, ni imponerse por ley ni por la opinión. El motivo de lo que limita su poder de forma voluntaria disponer de su propia suerte en la vida, es evidente, y es muy evidente en este caso extremo. La razón para no interferir, a no ser por el bien de los demás, con los actos voluntarios de una persona, es por consideración a su libertad. Su elección voluntaria es evidencia de que lo que lo decide es deseable, o por lo menos soportable para él y su bien está en el mejor conjunto previsto por lo que le permite tener sus propios medios de perseguirla. Pero con la venta de sí mismo por un esclavo, abdica de su libertad, sino que renuncia a cualquier uso futuro del mismo, más allá de eso solo acto. Por lo tanto, las derrotas, en su propio caso, el verdadero propósito que es la justificación de lo que le permite disponer de sí mismo. Él ya no es libre, pero es a partir de entonces en una posición que ya no tiene la presunción a su favor, que se prestaría voluntariamente por su permanencia en ella. El principio de la libertad no puede exigir que debiera ser libre de no ser libre. No es la libertad, que se le permita enajenar su libertad.

Sin embargo, al mismo tiempo, Mill cree que el individuo sea el mejor guardián de sus propios intereses. Él usa el ejemplo de un hombre a punto de cruzar un puente roto: se puede detener por la fuerza a esa persona y advertirle del peligro, pero al final no debería impedirle cruzar el puente para sólo él conoce el valor de su vida equilibrarse con la peligro de cruzar el puente.

Deontología

Immanuel Kant argumenta en contra del suicidio en los principios fundamentales de la metafísica de las costumbres . De acuerdo con la segunda formulación de su imperativo categórico , Kant afirma que: “El que contempla el suicidio debería preguntarse si su acción puede ser compatible con la idea de la humanidad como un fin en sí mismo.” La teoría de Kant analiza el único acto, y no en sus resultados y consecuencias, y afirma que uno está éticamente obligado a considerar si uno estaría dispuesto a universalizar el acto: reivindicar todo el mundo debe comportarse de esa manera. Kant sostiene que la decisión de cometer suicidio supone considerar a sí mismo como un medio para un fin, que él rechaza: una persona, dice, debe no ser usado “… simplemente como medios, sino que en todas las acciones siempre ser considerado como un fin en sí mismo “. Por lo tanto, no es ético suicidarse para estar satisfecho.

Contrato social

El contrato social , de acuerdo con Jean-Jacques Rousseau , es tal que todos los hombres tienen “un derecho a arriesgar su propia vida para conservarla”.

Hobbes y Locke rechaza el derecho de las personas a quitarse la vida. Hobbes afirma en su Leviatán que la ley natural prohíbe a todo hombre “que hacer, lo que es destructivo de su vida, o para llevar los medios de preservar la misma.” El incumplimiento de esta ley natural es irracional e inmoral. Hobbes afirma también que es intuitivamente racionales que los hombres quieran felicidad y miedo a la muerte más.

Posturas neutrales y situacionales Honor

Japón tiene una forma de suicidio llamado seppuku , que se considera una forma honorable de redimirse por las transgresiones o derrota personal. Fue aceptado ampliamente en los días de los samuráis, e incluso antes de eso. Fue visto en general como un derecho sólo se permite a la clase samurái, criminales civiles por lo tanto no tiene este “honor” y ejecutado. Esto refleja una visión del suicidio como valiente y correcta en vez de cobarde y lo malo. [ cita requerida ]

El utilitarismo

El utilitarismo puede ser utilizado como justificación para, o un argumento en contra, el suicidio. A pesar de la muerte de una persona deprimida termina su sufrimiento, la familia de la persona y los amigos pueden sufrir. [ cita requerida ]

[ editar ]Otros argumentos

David Humé dejó un ensayo sobre el suicidio que se publicó después de su muerte. [ 3 ] La mayor parte se refiere a la afirmación de que el suicidio es una afrenta a Dios. Hume afirma que el suicidio no es más una rebelión en contra de Dios que está salvando la vida de alguien que de otro modo morirían, o cambiar la posición de algo en lo que nos rodea. Él pasa mucho menos tiempo desestimar los argumentos de que es una afrenta a su deber a otros o a uno mismo. Hume afirma que el suicidio se puede comparar a retirarse de la sociedad y convertirse en un recluso total, que normalmente no se considera inmoral, aunque la comparación no parece justificar un suicidio que deja en su estela niños o personas dependientes que se ven así a ser vulnerables. En cuanto a la obligación de auto, Hume lo lleva a ser obvio que no puede haber momentos en que el suicidio es deseable, aunque él también piensa que es ridículo que alguien pudiera pensar en el suicidio a menos que primero considerado todas las demás opciones.

Los que apoyan el derecho a morir sostienen que el suicidio es aceptable bajo ciertas circunstancias, tales como la enfermedad incurable y la vejez. La idea es que, aunque la vida es, en general, una buena, las personas que enfrentan el sufrimiento irreversible no deben ser forzados a continuar sufriendo.

Leonard Peikoff afirma en su libro El objetivismo: la filosofía de Ayn Rand :

El suicidio se justifica cuando la vida del hombre, debido a circunstancias fuera del control de una persona, ya no es posible, un ejemplo podría ser una persona con una enfermedad terminal, dolorosa, o un prisionero en un campo de concentración que no ve ninguna posibilidad de escapar. En estos casos, el suicidio no es necesariamente un rechazo filosófico de la vida o de la realidad. Por el contrario, puede muy bien ser su reafirmación trágica. Autodestrucción en tales contextos pueden equivaler al grito torturado: “La vida del hombre significa mucho para mí que no se conforme con menos no voy a aceptar una muerte en vida como un sustituto.”.

El bioético Jacob Appel ha criticado “arbitrarias” sistemas éticos que permitan a los pacientes a rechazar la atención cuando están enfermos físicamente, al tiempo que niega a los enfermos mentales el derecho al suicidio.

Los argumentos a favor del suicidio

Existen argumentos a favor de permitir a un individuo a elegir entre la vida y el suicidio. Los partidarios del suicidio como una opción personal rechazan la idea de que el suicidio es siempre o irracional, sino que es una solución a los problemas reales, una línea de última instancia que legítimamente se pueden tomar cuando la alternativa es considerado peor. Creen que nadie se debería hacer sufrir innecesariamente, y el suicidio provee un escape del sufrimiento.

El idealismo

Herodoto escribió: “Cuando la vida es tan pesado, la muerte se ha convertido en un refugio para el hombre codiciado”. Schopenhauer afirmó: “Nos dicen que el suicidio es el mayor acto de cobardía … que el suicidio es malo, cuando es obvio que no hay nada en el mundo a la que todo hombre tiene un título más inexpugnable que a su propia vida y persona “.

Obra principal de Schopenhauer, El mundo como voluntad y representación , de vez en cuando utiliza el acto en sus ejemplos. Negó que el suicidio fuera inmoral y lo veía como un derecho a la vida de uno. En una alegoría, comparó a acabar con la vida de uno, cuando se someten a un gran sufrimiento, para despertar del sueño al experimentar una pesadilla terrible. Sin embargo, la mayoría de los suicidios fueron vistos como un acto de la voluntad , ya que tiene lugar cuando uno niega los dolores de la vida, y es por tanto diferente de la renuncia ascética de la voluntad, que niega a los placeres de la vida.

Según Schopenhauer, la libertad moral – el más alto objetivo ético – se obtiene sólo por la negación de la voluntad de vivir. Lejos de ser una negación, el suicidio es una afirmación enfática de esta voluntad. Porque es en huir de los placeres, no de los sufrimientos de la vida, que esta negación consiste. Cuando un hombre destruye su existencia como individuo, no es de ninguna manera destruir su voluntad de vivir. Por el contrario, a él le gustaría vivir si pudiera hacerlo con satisfacción a sí mismo, si él podría hacer valer su voluntad en contra de la fuerza de las circunstancias, pero las circunstancias es demasiado fuerte para él. En resumen, Schopenhauer de ninguna manera defendido o apoyado suicidio, él se limitó a rechazar la forma en que fue visto como un crimen en su sociedad. [ cita requerida ]

Liberalismo

El liberalismo afirma que la vida de una persona pertenece sólo a ellos, y ninguna otra persona tiene el derecho de imponer sus propios ideales que la vida debe ser vivida. Por el contrario, sólo la persona involucrada puede tomar dicha decisión, y cualquier decisión que tome debe ser respetada.

El filósofo y psiquiatra Thomas Szasz va más allá, argumentando que el suicidio es el derecho más básico de todos. Si la libertad es auto-propiedad-propiedad sobre la propia vida y el cuerpo, entonces el derecho de poner fin a esa vida es el más básico de todos. Si los demás te puede obligar a vivir, no es dueño de sí mismo y que pertenecen a los mismos.

Jean Améry , en su libro El suicidio: un discurso sobre la muerte voluntaria (publicado originalmente en alemán en 1976), ofrece una visión en movimiento en la mente suicida. Sostiene con fuerza y casi románticamente que el suicidio representa la máxima libertad de la humanidad, lo que justifica el acto con frases como “sólo llegan a nosotros mismos de una muerte libremente elegido” y lamentando “la vida cotidiana y su ridículamente alienación”. Améry se suicidó en 1978.

Pensamiento filosófico en el siglo 19 y 20 ha llevado, en algunos casos, más allá de pensar en términos de pro-choice, hasta el punto de que el suicidio ya no es un último recurso, o incluso algo que hay que justificar, sino algo que hay que justificar no haciendo. Muchas formas de existencialista pensamiento esencialmente de la premisa de que la vida es objetivamente sin sentido, y proceder a la cuestión de por qué uno no debería matarse, sino que luego responder a esta pregunta por lo que sugiere que el individuo tiene el poder de dar sentido a la vida personal.

El estoicismo

Aunque George Lyman Kittredge establece que “Los estoicos sostuvo que el suicidio es cobarde y el mal”, las más famosas estoicos – Séneca , Epicteto y Marco Aurelio – mantienen que la muerte por su propia mano es siempre una opción y con frecuencia más honorable que un vida de miseria prolongada.

confucianismo

Confucianismo sostiene que el incumplimiento de ciertos valores es peor que la muerte, por lo que el suicidio puede ser moralmente permisible, e incluso loable, si se hace por el bien de esos valores. El énfasis confuciano en la lealtad, el sacrificio y el honor ha tendido a alentar el suicidio altruista . Confucio escribió: “señores del propósito y los hombres de s mientras que es inconcebible que deben tratar de mantenerse con vida a costa de s ., puede ocurrir que tengan que aceptar la muerte con el fin de tener s cumplida ” [ Mencio escribió:

“El pescado es lo que quiero; palma oso es también lo que quiero. Si no puede tener ambas cosas, prefiero tomar palma de oso que el pescado. La vida es lo que quiero; y es también lo que yo quiero. Si no puede tener ambas cosas, prefiero tomar y que la vida. Por un lado, si la vida es lo que quiero, hay algo que quiero más que la vida. Es por eso que no se aferran a la vida a toda costa. Por otro lado, aunque la muerte es lo que detesto, hay algo que detesto más que la muerte. Es por eso que hay peligros que no se deben evitar. . . . Sin embargo, hay maneras de permanecer con vida y las formas de evitar la muerte de una persona a la que no acudirá. En otras palabras, hay cosas que una persona quiere más de la vida y también hay cosas que él o ella detesta más que la muerte.

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