1. LA CRISIS DEL REINADO DE CARLOS IV

LA MONARQUÍA DE CARLOS IV

Carlos IV aparta a todos los ministros ilustrados del poder y en 1792 confía el poder a (Manuel) Godoy, un joven y humilde militar que parecía aportar mas seguridad al monarca.

Tras ser ejecutado Luis XVI, Carlos IV (junto con otros monarcas absolutistas) declara la guerra a Francia.
La derrota inminente y la Paz de Basilea (1795) subordinan a España al poder francés. Esto, junto al ascenso al poder de Napoleón, deja a España en una situación política que teme a Francia y busca el pacto con la misma, intentando evitar al ejercito napoleónico.
Las alianzas con Francia nos llevan al conflicto con Gran Bretaña, el cual constó con 2 fases y la Batalla de Trafalgar (1802), batalla en la que la armada española queda obsoleta.

Este desastre nos lleva a una mayor crisis en la hacienda real. Con el fin de solucionar esto, Godoy lleva a cabo una serie de reformas (desamortización de las tierras eclesiásticas y aumento de los impuestos) que le ponen en contra tanto a nobleza y clero (ya hostiles por su condición inferior), como a Fernando VII (temeroso de verse desplazado) y al pueblo, que junto al descontento por la hambruna y las epidemias, llevan a cabo una gran cantidad de motines y revueltas, todas en contra de Godoy.

EL MOTÍN DE ARANJUEZ

En 1807, Godoy firma el tratado de Fontainableau, el cual permite al ejército francés cruza el país para llevar a cabo la conquista de Portugal, aliada de Gran Bretaña. Como recompensa, el territorio seria repartido entre ambos países y Godoy tendría su propio principado.
Así, en febrero de 1808, las tropas cruzan los pirineos y se asientan estratégicamente en Madrid, Barcelona y Vitoria. Estos asentamientos provocan rechazo en la población.

El 18 de marzo estalla en Aranuez (ciudad en la que se hallaba la monarquía, temerosa de que la cruzada se convirtiera realmente en una invasión y motivados por Godoy) un motín dirigido por nobleza y clero pero seguido por el campesinado, que pedía la destitución de Godoy y la abdicación del rey por su hijo Fernando.

Conseguido el objetivo, Carlso IV pide ayuda a Napoleón para recuperar su trono, aquí, el emperador se ve decicido y conquista el trono español, añadiéndolo al imperio.

MONARQUÍA DE JOSE BONAPARTE

Carlos IV y Fernando VII son convocados por Napoleón en Bayona; allí, deciden voluntariamente abdicar en favor del emperador, y este cede el trono a su hermano Jose y seguidamente convoca a las cortes con el fin de crear una constitución que acabe con el Antiguo Régimen y se ratifique el nombramiento de Jose I.
El nuevo código de Bayona reconocía la igualdad de los españoles ante la ley, los impuestos y los cargos públicos.
A esto Jose I aporta su propia reforma aboliendo el régimen señorial,, desamortizando las tierras eclesiásticas y desvinculando los mayorazgos y las tierras de manos muertas.

A pesar de todo esto, el pueblo españlo no aceptaba al monarca, lo consideraban ilegítimo y una marioneta de la conquista y las tropas.

2. LA GUERRA DE INDEPENDENCIA

LA REVUELTA POPULAR Y LA FORMACIÓN DE JUNTAS

El 2 de mayo el resto de la familia real se dispone a acudir a Bayona, donde crean que estaba secuestrado Fernando VII.
Una multitud se situa ante palacio en forma de revuelta e intenta imedir su marcha, pero son reducidos por el general Murat . Aun así, el movimiento se propaga por toda la peninsula y la resistencia evita el avance de las tropas.
A su vez, la población se alzó contra la invasión francesa y surgieron Juntas de armamento y defensa (por la ausencia de poder que dejó Bayona). Al principio se trata de juntas locales formadas por personalidades partidarias de Fernando VII, sin embargo poco después se convierten en Juntas provinciales, que asumen la soberanía en ausencia de su rey, declaran la guerra a Napoleón y piden ayuda a Gran Bretaña.

En septiembre de 1808 se crea en Aranjuez la Junta Suprema Central, una forma de gobierno radicalmente nueva que terminaba de romper su relación con la monarquía.
La Junta reconoció a Fernando VII como monarca y asumió su poder hasta que volviera.
En 1810 la junta huyó a Cádiz, por el avance francés, ya que era la única ciudad con la que podían colaborar los británicos.

LA RESISTENCIA: SITIOS Y GUERRILLAS

El carácter inicial de la resistencia española le decía a Napoleón que la invasión sería sencilla, sin embargo, la resistencia en ciudades impidió el avance de las tropas hacia levante.
Las derrotas en Brunc y Bailén tuvieron un impacto inmediato: José I abandona Madrid.
En noviembre de 1808, Napoleón se desplaza a España con su ejército, la conquista se hace inminente. En enero de 1809, José I vuelve y durante el año, conquista todo el territorio.

Aunque en otoño de 1808 era imposible para nuestras tropas contraatacar al ejercito francés, nace un nuevo tipo de lucha: la guerrilla (grupos reducidos de campesinos dirigidos por elites cultas que hostigaban al ejercito de forma sorpresa, lo que provocaba en los franceses una continua presión y desgaste).

En 1812 el curso de la guerra queda afectado por la intrusión de Napoleón en Rusia. Ante ello, las tropas españolas, junto a los guerrilleros y el ejército británico (dirigido por Wellington) consiguen la victoria de Arpilles. Esto hace que Jose I abandone definitivamente Madrid.
Ante la situación, Napoleón firma el tratado de Valençai, dejando libre a Fernando VII y retirando sus tropas.

ACTITUDES SOCIALES, POLÍTICAS Y IDEOLÓGICAS

La invasión francesa llevó a la población a fragmentarse y tomar posiciones ideológicas firmes.
Así, dividiremos la población en:

-Afrancesados: minoria mayormente proveniente de la ilustración que defendían a Jose I y su programa reformista.

-Frente patriótico: (mayoría de la población)
- Clero y nobleza: deseaban la vuelta de Fernando VII y de la monarquia absolutista
- Ilustrados: deseaban la vuelta de Fernando VII pero realizando ciertas reformas
- Liberales: querían aprovechar la guerra para cambiar el sistema político completamente.

3. LAS CORTES DE CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812

LA CONVOCATORIA DE CORTES

La Junta Suprema Central, viéndose incapaz de manejar la bélica situación, decidió comenzar un proceso de convocatoria de cortes y seguidamente disolverse.
Así, mientras se organizaban las cortes, hubo una regencia de cinco miembros cuyo mensaje era liberal.
Debido a la guerra, la elección y unión de las cortes fue compleja, pero finalmente en septiembre de 1810 consiguieron crear una cámara única y en su primera asamblea aprobaron el principio de soberanía nacional.

El 19 de marzo de 1812 se promulga la primera constitución española. En ella encontramos los derechos del ciudadano (libertad de pensamiento y opinión, igualdad ante la ley, derecho de propiedad, libertad civil...) y ademas, un paso a la monarquia limitada, gracias a la división de poderes:

-Ejecutivo: dado al monarca (influido por los ministros pero con derecho a veto) y al gobierno. El voto era universal masculino e indirecto.
-Legislativo: Cortes-Judicial: tribunales

Ademas de eso, planteaban artículos reformistas respecto a los impuestos, la creación de un ejercito nacional, la obligatoriedad de preparación militar y la educación primaria obligatoria y gratuita.

LA ACCIÓN LEGISLATIVA DE LAS CORTES

Ademas de la constitución, las cortes aprobaron una serie de leyes y decretos destinados a acabar con el antiguo regimen. De este modo, suprimen los señorios jurisdiccionales, haciéndolos territoriales y convirtiendo a los señores en propietarios. Eliminan también los mayorazgos y desamortizan las tierras comunales. (Todo esto para amortizar la deuda publica)

También se voto la abolición de la inquisición (no deseado por los absolutistas y el clero) y la libertad de imprenta.
Todos estos cambios fueron el primer paso a la modernización de España, sin embargo, eel fin de la guerra y la vuelta de Fernando VII trajeron de nuevo el absolutismo.

4. EL REINADO DE FERNADO VII

LA RESTAURACIÓN DEL ABSOLUTISMO

Al volver Fernando VII, es mandado directamente por los liberales a formar la constitución y aceptar el nuevo marco politico, algo que acepta por miedo. Aquí los absolutistas ven su oportunidad para volver al absolutismo y redactan el Manifiesto de los persas. Esto anima al monarca a realizar el Real Decreto del 4 de mayo de 1814, por el cual anula la constitución y reinstalar el A.R., con todo lo que conllevaba.

Reinstaurado el absolutismo, Fernando VII se dispone a rehacer un país destrozado por la guerra. Esto solo trae una sucesión de fracasos que, junto a las elevadas perdidas humanas, materiales, la paralización del comercio, la Hacienda real en bancarrota (por la guerra con las colonias) y la colocación de jefes guerrilleros en el ejercito (de donde saldrán grupos liberales), pondrá al pueblo en contra del monarca, y la única respuesta que se aportará será la represión.

EL TRIENIO LIBERAL

En enero de 1820, el coronel Rafael de Riego se decide a sublevarse y recorre Andalucía proclamando la Constitución del '12. Ante esto, Fernando VII se ve obligado a aceptar la Constitución, rápidamente se forma un nuevo gobierno y se llama a las cortes.

Los resultados dieron lugar a una mayoría liberal, por ello se inició una gran reforma legislativa, restaurando la mayoría de los estamentos de Cádiz.
Todas las reformas tomadas suscitaron la oposición del monarca, que hizo uso de su derecho a veto y conspiro contra el gobierno, buscando recuperar el poder.

Las medidas tomadas gustaron por igual al monarca como al pueblo.
La agitación antiliberal creó partidos absolutistas que llegaron a controlar grandes territorios.

Las tensiones llegaron al punto de dividir a los liberales en dos tendencias: moderados (no querían reformas que afectaran a la élite) y exaltados (buscaban reformas radicales).

LA DECADA OMINOSA

Gracia a la ayuda de la Santa Alianza, Fernando VII recupera el trono y es aconsejado de tomar ciertas reformas moderadas (para afianzar su trono), a lo que el monarca hace caso omiso y vuelve a reprimir a los liberales.
La mayor preocupación de Fernando VII será la deuda de la Hacienda Real (agravada por la perdida de colonias). Por ello, en 1825 pide ayuda a la burguesía moderada.
Esto acaba de disgustar a los realistas y ultraconservadores, que deciden pegarse a Carlos Maria Isidro, hermano del rey y posible sucesor del trono.

EL CONFLICTO DINÁSTICO

En 1830 nace Isabel, única descendencia del rey, futura monarca. Sin embargo, la Ley Sálica (de procedencia francesa e impuesta por Felipe V) impide a la niña el acceso al trono.
Influido por Maria Cristina (esposa de Fernando VII), Fernando VII firma la Sanción Pragmática, que deshace la ley anterior y permite a su hija acceder al trono.
Ante esto, los ultraconservadores (que serán llamados charlistas) acaban por no aceptar la Sanción Pragmática y se posicionan definitivamente del lado de Carlos Maria Isidro.
Maria Cristina, nombrada regente durante la enfermedad del rey, decide acercarse a los liberales y hacer reformas a su favor, con el fin de afianzar el poder de su hija.

En 1833, muere Fernando VII, reafirmando en su testamento la regencia de Maria Cristina y la legitimidad al trono de Isabel, de solo 3 años de edad en el momento. Ese mismo día, Carlos Maria Isidro se autoproclamará rey.
Esto dará lugar a la 1 guerra carlista.

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Resumen de la crisis del antiguo régimen. Incluye desde la muerte de Carlos III (y la llegada de Carlos IV al trono) hasta la muerte de Fernando VII.