El cuerpo humano no es ni orgánica ni funcionalmente como el del resto de los animales superiores, sino justamente inverso respecto de ellos.

El cuerpo de los animales es sumamente determinado constitucionalmente y especializado en orden a una función; el del hombre, por el contrario, es abierto y desespecializado.

El hombre parece nacer prematuramente

Con pocos minutos, horas, o máximo, pocos días, el resto de animales son viables tras el nacimiento

¿Y el resto del cuerpo humano? Está sumamente desespecializado, e incluso desasistido, es decir, no recubierto con plumas, piel dura, abundancia de pelo, etc., para volar, resistir el frío, etc.

Tampoco está nuestro aparato digestivo diseñado para un único género de alimentos, sino que somos omnívoros

Tampoco disponemos de un aparato circulatorio con sangre fría, o de un aparato respiratorio con branquias, como los peces, para vivir bajo el agua

En fin, el cuerpo humano es admirable

Manos: instrumentos de los instrumentos

Manos compatibles con el lenguaje

La cara es el espejo del alma

La boca está provista de finos labios para hablar o sonreír.

El que los ojos ocupen un lugar superior a los oídos en el hombre indica que en nosotros es el sentido superior, el que más nos permite conocer, siendo así que realmente es el más cognoscitivo.

Nuestro cráneo ocupa una posición vertical sobre la columna vertebral, para mirar de frente y hacia arriba