Somos personas directamente relacionadas con nuestras acciones, sin importar lo que nos impulsa a tomar ésta acción.

la habilidad para tomar decisiones conscientes es una manera de tomar ejercicio de nuestra libertad.

Vivimos en relación con los otros.

El castigo está pensado como un recordatorio y una confirmación de que somos responsables de nuestras acciones.

Hay situaciones en las cuales nuestra libertad para actuar está delimitada por circunstancias sobre las cuales no tenemos ningún control. Por ejemplo, si una persona pone todo el empeño en buscar empleo y no lo consigue porque la tasa de desempleo es muy alta por factores X, no se encontrará trabajo por factores EXTERNOS.

El juicio de otros limita nuestras capacidades. Las personas pueden buscar los mismos objetivos, pero no todos los alcanzar porque la cantidad de premios disponibles es limitada. En este caso competimos unos con otros, y el resultado sólo parcialmente dependerá de nuestros esfuerzos. (COLEGIO VACANTES Y POSTULANTES). Nuestras acciones se vuelven dependientes del juicio de otros, sobre el que ejercemos un control limitado (En el caso donde nuestras acciones dependan de otros, como por ejemplo, cuando postulamos a un colegio que tiene 20 vacantes y hay 20 postulantes x vacantes. el juicio del colegio para elegir a los postulantes será de lo cual dependamos).
Factores Materiales moldean nuestra capacidad para alcanzar nuestros objetivos.

La libertad de elección no garantiza la libertad para actuar sobre esas elecciones ni asegura la libertad de alcanzar los resultados esperados.
Nuestra libertad puede no depender de lo que hacemos sino de quiénes somos en términos de cómo nos ven otros. (En el caso de los recursos materiales). Por lo que, nuestra libertad para actuar en el presente está así modelada por nuestras pasadas circunstancias y nuestras experiencias acumuladas. Éstas modelan cómo nos sentimos en las situaciones corrientes en las que intervenimos, por ejemplo, una persona de clase alta al relacionarse en un lugar de clase baja, su experiencia provocará la incomodidad. Aunque no siempre conscientes, dependemos de otros: aun cuando nademos contra la corriente, lo hacemos en una dirección que está orientada o moldeada por las expectativas o acciones de los que están afuera del grupo familiar (Cuando estamos situados en un grupo "porque sí" no porque tomamos una elección de estar ahí.
Las expectativas de los grupos a los que pertenecemos moldean el modo en el que actuamos y cómo nos vemos. Esto se manifiesta de las siguientes formas:

Los fines u objetivos a los cuales dotamos un significado y consideramos por lo tanto que merecen ser perseguidos. Estos varían con factores externos (Clase económica, raza, etc.)
El modo por el cual perseguimos nuestros objetivos establecidos. Él modo también está influido por las expectativas del grupo: los medios aceptados para conseguir los fines. (Formas de conductas que se consideran apropiadas (ejemplo) ).
Los grupos también "excluyen" Y/O consideran quienes pueden favorecer -como también quienes nos perjudican- en la búsqueda de nuestro objetivo. (Relación formal e informal). -> Criterios de relevancia.

Por lo tanto, Debemos los fines que perseguimos (1), lo medios empleados en la búsqueda (2) y cómo distinguir entre los que nos pueden ayudar en el proceso (3)

Nos sentimos seguros en nuestras acciones gracias al conocimiento acumulado que los entometodólogos toman como objeto de estudio.
El conocimiento llega en la forma de una actitud natural, que suspende la clase de cuestionamiento que los microsociólogos convierten en objetos de investigación.

Uno mismo con otro: Perspectivas sociológicas:

Para Mead, quienes somos, nosotros mismos, no es un atributo innato, sino que es adquirido a través de la interacción
Mead argumentó que podemos llegar a conocernos a nosotros mismo a través de otros sólo por medio de la comunicación simbólica.
El "yo" puede pensarse mejor como una "conversación" en el interior de nosotros mismo en la que el lenguaje actúa como un medio que permite que este proceso tenga lugar y pensarnos como un "todo".
El "mi" se refiere a cómo organizamos las expectativas de los grupos en nuestras acciones. Como nos vemos a nosotros mismos, eso se está modificando constantemente de acuerdo con los diferentes escenarios sociales que nos desenvolvamos.

El proceso anterior tiene lugar a través de tres estadios en nuestro desarrollo:

Estadio preparatorio: El sentido de identidad es pasivo en tanto está montado a partir de las actitudes que otros despliegan en relación con nosotros. (Una creciente conciencia de nosotros mismos se produce a través de las respuestas de los demás. Solo nos experimentamos a nosotros mismos a través de los otros.
Estadio secundario: El enfoque principal de este estadio es aprender el lenguaje y adjudicar sentimientos a determinados roles. Las respuestas de los otros son importantes para comprender cuál es la representación adecuada.
Estadio de juego organizado: Los roles se aprenden junto con las relaciones de uno con otro. Las reglas que gobiernan el juego se vuelven más visibles

Socialización, significación y acción:

Socialización: Donde se conforman los selves y donde los instintos pueden o no ser suprimidos

Podemos decir que la relación entre libertad y dependencia es un indicador de la posición relativa que una persona o categoría ocupa en la sociedad.

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