Inmediatamente después de la
inesperada victoria ateniense en
Maratón, debieron sentir una
enorme sensación de alivio e
incluso de euforia.
Y cuando los atenienses contaron a
los enemigos muertos con el fin de
cumplir la promesa a la diosa
Artemisa :sacrificar un cabrito por
cada soldado enemigo muerto si
ayudaba a los atenienses a obtener la
victoria
descubrieron que totalizaban unos 6.400. Esto era demasiado
para que la promesa se pudiera cumplir de una sola vez:
Artemisa recibió el pago a plazos, de manera que los atenienses
sacrificaban 500 cabritos al año en el aniversario de la batalla.
La sensación de logro iba a aumentar a lo largo de
las décadas siguientes, hasta que la batalla se
afianzó como un referente de la memoria histórica
de los atenienses.
ATENAS Y GRECIA DESPUES DE
LA VICTORIA EN MARATÓN
El héroe del momento en Atenas
justo después de la batalla fue
Milcíades: había sido su política
de reclutar a la fuerza hoplita
ateniense y presentar batalla en
Maratón, y su estrategia y
tácticas lo que había propiciado
la victoria en la batalla