El objetivo fundamental del análisis existencial es ayudar al paciente a que viva con decisión, para cumplir con ello, es necesario que en la vida de una persona, la plenitud y el sentido emerjan a partir de un diálogo interno y externo, a través de un intercambio dialógico con el mundo y el compromiso que esto implica.

Primera motivación existencial fundamental

Yo estoy aquí, yo existo, yo estoy en el mundo.

Para llevar esta cuestión a un nivel práctico, es necesario reclamar un lugar en éste mundo; para esto, se requiere de tres cosas: Protección, espacio y apoyo; si estas condiciones no son experienciadas por el sujeto, el resultado será inquietud, inseguridad, miedo y diferentes formas de ansiedades. Si el individuo experiencia las condiciones mencionadas, será capaz de sentir confianza en el mundo y en sí mismo y tal vez fe en Dios. Además de experienciar y aprovechar, es necesario tomar una decisión en su favor y aceptarlas. La persona debe aceptar los aspectos positivos y soportar los negativos. Aceptar significa estar listo para ocupar el espacio en que se encuentra, confiar en el apoyo dado y estar seguro de la protección que le otorgan, es decir, estar aquí y no huir. Soportar requiere de fortaleza para aceptar aquello que es difícil.

Segunda motivación existencial fundamental

Yo estoy vivo, pero ¿Me gusta vivir ¿Es bueno estar aquí?

Para apoderarse de la propia vida y amarla, se necesita de relación, tiempo y cercanía. Tomarse tiempo significa regalar una parte de la vida y gastarlo con alguien o algo, si las relaciones de cercanía y tiempo son escasos, surgirá el anhelo, seguido por un distanciamiento -frialdad- y, aparecerá depresión. Si se cumplen estas tres condiciones se podrá estar en armonía con el mundo y consigo mismo y sentir la profundidad de la vida. Cada vez que experienciamos algo como valioso, el Valor Fundamental es tocado, ya que este colorea nuestras emociones y representa un punto de referencia para todo aquello que podamos sentir como valioso.

Tener relaciones, tiempo y cercanía no es suficiente, la participación activa y el consentimiento, son requeridos, se tiene que aprovechar la vida al comprometerse con ella. Mediante el pleno reconocimiento de lo que esta ante mi, no sólo experiencio la vida como vibrante, también se tiene experiencia a partir de cosas como perdida y dolor. Si este tipo de relación en la vida no esta presente, la pscodinámica obtiene diferentes formas de reacciones de coping como: regresión, hiperactivismo, furia, etc. Estas reacciones están destinadas a asegurar la vida, sino pueden neutralizar el problema o la perdida, se fija y surge la psicopatología típica: La depresión.

Tercer motivación existencial fundamental

La singularidad que me hace un "yo" me distingue de los demás.

Esto pone ante mí la pregunta fundamental de ser una persona: Yo soy yo, pero ¿Puedo ser así?, ¡Me siento libre para ser así?, ¡Tengo derecho a ser quien soy?. Para tener éxito en el plano de la identidad es necesario experienciar tres cosas: Atención, Justicia y reconocimiento.

Si faltan estas experiencias resultarán la soledad, la histeria y la necesidad de esconderse detrás de la vergüenza. Si por el contrario, se experiencian estas tres cosas, me encuentro a mi mismo , encuentro mi autenticidad y el respeto por mi mismo. La suma de estas experiencias construyen mi autoestima y quién soy en mi núcleo.

Con el fin de ser uno mismo, no es suficiente con la experiencia de atención, la justicia y reconocimiento, también tengo que decirme "Sí a mi mismo". Esto requiere mi participación activa. A través de encuentro experiencio la esencia de otra persona, así como también la mía, descubro el yo en el tú. Mi participación en la apreciación de los demás crea un reconocimiento de la igualdad por lo que soy. Cuando estos elementos faltan, las reacciones de coping como: tomar distancia, sobreactuar, fastidio, etc., surgen en un intento de asegurar la dignidad y la personalidad. Si estas reacciones no son suficientes para neutralizar la herida, se fijan y ocurren síntomas histriónico y/o trastornos de la personalidad.

Cuarta motivación existencial fundamental

La vida pone ante nosotros la pregunta por el sentido de nuestra existencia: Estoy aquí, pero ¿Para qué?

Se necesitan tres cosas: Un campo de actividad, un contexto estructural y un valor a realizar en el futuro. Si no existen estas condiciones, el resultado será un sentimiento de vacío, frustración, desesperación y con frecuencia adicción. Si, por el contrario, se cumplen estas condiciones voy a ser capaz de dedicación y acción.

Cada situación en la vida hace una pregunta y cada una requiere una actitud de apertura, que me da acceso existencial al sentido de la vida. Lo significativo no es sólo lo que yo puedo esperar de la vida, sino que en conformidad con la estructura dialógica lo que la vida quiere de mí, aquello que el momento espera de mi, así como lo que yo podría y debería hacer ahora por los demás, como para mí. Mi parte activa en esta actitud de apertura me lleva hacia un acuerdo con la situación. Si una persona no aprueba el sentido de la experiencia, las reacciones serán: Un desorganizado día a día, pensamiento colectivo, idealización, fanatismo, cinismo o fatalismo. El sentido existencial es lo que es posible aquí y ahora. Nosotros definimos y redefinimos continuamente, ta es una tarea compleja, sin embargo poseemos un órgano interno de percepción capaz de reducir esta complejidad: Nuestra sensibilidad y nuestra conciencia moral. Además del sentido existencial hay un sentido ontológico. Este es el sentido general en el que me encuentro a mi mismo y no depende de mí. Es filosófico y religioso, es el sentido que el creador del mundo debe haber tenido en mente.

	Creado por Edith zarate camacho hace más de 6 años

Condiciones para una existencia plena