HERPES ZOSTER

El herpes zoster, popularmente conocido como culebrilla, es una enfermedad infecciosa causada por un agente etiológico llamado Varicela-Zoster, que es el mismo que produce la varicela. Este se puede ocultar en el sistema nervioso después de una infección inicial. Allí permanecen durante muchos años en forma inactiva y oculta (latente) y luego de años comienzan a moverse a través de las fibras de las células nerviosas haciendo que se renueve la infección.

Cuando el virus de la varicela zóster se reactiva, se propaga por las largas fibras nerviosas llamadas axones, que se extienden desde los cuerpos celulares sensoriales hasta la piel. A medida que el virus se multiplica, brota la erupción en la piel.

La varicela es la infección inicial y el herpes zóster es una reactivación del virus, por lo general años después.

El dermatoma afectado por herpes zóster, es decir, la franja o banda en un lado del cuerpo (cintura, el pecho, el estómago o la espalda). Suele presentar una sensación de ardor, picazón u hormigueo entre 1 a 5 días antes de que aparezcan las lesiones o el sarpullido. Cuando aparece el herpes zoster, generalmente inicia como una dolorosa erupción rojiza, evolucionando rápidamente a las típicas vesículas (burbujas).

Nuevas vesículas se presentan en el transcurso de 3 a 5 días, generalmente aliviando después de 7 a 10 días cuando las burbujas secan y comienzan a formar costras. Las lesiones y el dolor puede tardar hasta un mes para desaparecer completamente.

Se pueden presentar en algunos casos diversas complicaciones como:

Algunas personas, en especial las de edad avanzada, continúan teniendo dolor crónico en la zona afectada (neuralgia pos herpética).

La parte del nervio facial que va hacia el ojo puede resultar afectada, lo que provoca dolor y ampollas en el ojo y a su alrededor, y en ocasiones en la punta de la nariz. Esta infección (llamada herpes zóster oftálmico) puede ser grave.

La parte del nervio facial que va hacia el oído también puede resultar afectada. Esta infección (denominada herpes zóster ótico o síndrome de Ramsay Hu) puede causar dolor, parálisis parcial de la cara y pérdida de audición.

Si el herpes zóster afecta a los nervios o sus raíces, puede desarrollarse una polineuropatía o un síndrome de Guillain-Barré.

En general se presenta en adultos y pacientes inmunodeficientes, es decir,en un estado patológico del sistema inmunitario que lo hace disfuncional. Por alteraciones en su funcionamiento el organismo es vulnerable a infecciones. Hay diversas causas de la disminución de la respuesta defensiva e inmunológica de nuestro organismo como la quimioterapia,enfermedades crónicas, uso de fármacos inmunosupresores y/o estrés.

Por otro lado, los virus que causan el herpes zóster (virus de la varicela o varicela zóster) sólo se transmiten a través del líquido de las ampollas que se forman, lo que se conoce como infección por contacto. Por lo tanto, una persona con culebrilla activa puede propagar el virus cuando el sarpullido se encuentra en la fase de las ampollas. La culebrilla no se puede transmitir de una persona a otra. Sin embargo, el virus que causa la culebrilla —el virus de la varicela zóster— puede ser propagado por una persona que tenga el herpes zóster activo a otra persona que nunca haya tenido varicela. En dichos casos, a la persona expuesta le puede dar varicela, pero no culebrilla.

Si un médico detecta el herpes zóster tempranamente valorará la indicación de tratarlo con medicamentos; estos se han mostrado capaces de acortar el tiempo que tardan en cicatrizar las lesiones y disminuir los dolores.La duración del tratamiento es de 7 a 10 días pero puede prolongarse en formas severas.Los medicamentos más utilizados son los virostáticos, sustancias que actúan directamente sobre determinados virus, inhibiendo su propagación, como el aciclovir, el famciclovir, valaciclovir y la brivudina.

Como método de prevención, en 2006, se autorizó una vacuna contra la culebrilla. En ensayos clínicos, la vacuna redujo el riesgo de culebrilla en un 50%. También puede reducir el dolor en las personas que de todos modos contraen culebrilla después de vacunarse.

Esta enfermedad tiene muchas connotaciones culturales y tradicionales. Muchas personas siguen consultando a un “curandero” para que los trate y los cure.Generalmente, la gente que vive en el campo, según la creencia popular, dicen que el “animal” que va dejando las marcas, es decir, la culebrilla, no puede juntar su cola con su cabeza, porque eso sería fatal provocando la muerte.Existen “tratamientos alternativos” que no están comprobados y verificados científicamente pero se utilizan igual por algunas personas creyentes o espirituales.

Por último, FIDEC es una organización sin fines de lucro creada en el año 2001 y su misión es desarrollar programas para la lucha contra las enfermedades infecciosas en países emergentes.

Además, hay grupos de trabajo que integran los conocimientos de especialistas en enfermedades infecciosas, para proporcionar un marco institucional para el desarrollo de estrategias y acciones para la prevención, diagnosis y tratamiento de enfermedades infecciosas.

El Grupo de Trabajo en Herpes Zoster tiene como uno de sus objetivos brindar información clara y actualizada, orientada a la comunidad en general, a los pacientes y a los cuidadores de pacientes con Zoster.

Y una institución asociada a estos grupos de trabajo y a FIDEC, es FUNCEI, una organización sin fines de lucro creada en la Argentina, en 1987, con la visión de instalar un modelo integral para mejorar el diagnóstico, el tratamiento y la prevención de las infecciones. La preside el doctor Daniel Stamboulian y cuenta con un equipo multidisciplinario médico, docente, periodístico y gerencial que desarrolla estrategias orientadas a la prevención, investigación, diagnóstico y manejo de estas enfermedades.

	Creado por Daiana Carrizo hace casi 7 años

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