Se caracteriza por ser un tipo de raíz en el que hay una raíz principal, de mucho mayor grosor y
tamaño, de la que se ramifican raíces secundarias de menor longitud y grosor.
Raíces fasciculadas.
En este tipo de raíces no existe una raíz principal, por lo que todas las ramificaciones son igual de
importantes y pueden alcanzar tamaños parecidos. Es uno de los tipos de raíces más vistos en las
plantas de jardinería.
Raíces tuberosas.
Las raíces tuberosas también tienen la capacidad de ensancharse y multiplicar su tamaño al acumular
sustancias de reserva, pero en lugar de hacerlo en una única raíz principal, pueden hacerlo en varios
depósitos. Son los llamados habitualmente tubérculos.
Raíces ramificadas.
La estructura de esta raíz recuerda mucho a la de las ramas de un árbol. No consta de raíz principal, y
se ramifica de forma muy marcada y por eso se le llama raíz ramificada.
Raíces napiformes.
La planta contiene una gran raíz principal, que ha evolucionado para ser capaz de almacenar
nutrientes de reserva y otras sustancias vitales. Por tanto, se trata de raíces muy gruesas y, además,
muchas de ellas son comestibles.
raíces según el anclaje que dan a la planta
Raíces contráctiles.
Son también un tipo de raíz adventicia. Se trata de raíces cuya función es desplazar el brote hasta una
ubicación cercana a la superficie del suelo. Las raíces contráctiles son largas y de tipo carnoso, y
cuando la planta crece se consume en parte.
Raíces epífitas.
Las desarrollan las plantas que crecen sobre la superficie de otras pero sin parasitarlas. No absorben
nutrientes de la planta de apoyo y simplemente se anclan a ella.
Raíces fúlcreas o zancos.
Estas parten desde la base del tronco o tallo antes de llegar a la tierra, y crecen desde ahí
extendiéndose hasta entrar en el suelo, incluso pasando por agua, por lo que una parte de ellas queda
visible. Habitualmente las tienen árboles de gran tamaño, que necesitan de una mayor estabilidad por
el entorno en que se desarrollan.
Raíces según la dirección de crecimiento
Raíces adventicias.
Estas son raíces que nacen y se desarrollan por encima del suelo, en lugar de bajo este. La misma se
mantiene en contacto con el suelo para poder absorber nutrientes y agua de él, pero se expande por
encima, sin enterrarse. Se subdividen en foliares, fibrosas y adventicias verdaderas
Raíces de almacenamiento.
Se engloban en este grupo los tubérculos y otras raíces que son capaces de almacenar agua y nutrientes
bajo tierra, para mantenerlos a salvo de los depredadores herbívoros y poder aprovecharlos cuando la
planta los necesite.
Raíces acuáticas.
Las raíces acuáticas son propias de las plantas que crecen en medios acuáticos, como el propio nombre
indica. No están en contacto con la tierra, y toman los nutrientes que precisan de la misma agua.
Habitualmente son plantas que no se mantienen fijadas a nada y simplemente flotan en la superficie.
Raíces aéreas.
Es otro de los tipos de raíces de plantas parásitas que crece hacia abajo y puede llevar a acabar
estrangulando la planta huésped.
Raíces chupadoras.
Las plantas chupadoras pueden desarrollar raíces que se introducen en las ramas o tallos de las plantas a
las que parasitan, absorbiendo de estas los nutrientes que necesitan. Estas son las llamadas raíces
chupadoras o parásitas