En los conceptos centro-periferia está implícita una idea de
desarrollo desigual originario: los centros se consideran las
economías donde primero penetran las técnicas capitalistas
de producción; la periferia, en cambio, está constituida por las
economías cuya producción permanece inicialmente rezagada
desde el punto de vista tecnológico y organizativo. Se concibe
que centro y periferia se constituyen históricamente como
resultado de la forma en que el progreso técnico se propaga
en la economía mundial.
Casi todos los países atrasados mantenían cercanos vínculos
eco- nómicos, políticos y culturales con algunos de los
principales países industrializados, a los cuales exportaban
productos primarios y excedentes financieros y de los cuales
importaban manufacturas, recursos humanos sin versiones,
tecnología, instituciones, ideas, valores y, en general, cultura.
Enmarcado dentro de la “teoría de la dependencia” que es un con- junto de
teorías y modelos que tratan de explicar las dificultades que encuentran
algunos países para el despegue y el desarrollo económico está el modelo
centro-periferia. La teoría de la dependencia surgió en los años sesenta del
siglo xx impulsada por el economista argentino Raúl Prebish y la Comisión
Económica para América Latina (cepal). Inicialmente estaba dirigida al
entorno latinoamericano aunque posteriormente fue generalizada por
economistas neomarxistas entre los que destacó Samir Amin, asociándolo al
concepto de desarrollo desigual y combinado. La dependencia económica es
una situación en la que la producción y riqueza de algunos países está
condicionada por el desarrollo y condiciones coyunturales de otros países a
los cuales quedan sometidas.
La teoría de la dependencia (Fernando Henrique Cardoso y Enzo
Faletto, Osvaldo Sunkel y Pedro Paz) planteaba la asimetría entre
países centrales y periféricos porque los esquemas productivos de
los países subdesarrollados eran poco diversificados y sólo podían
ser puestos en funcionamiento con el capital financiero y la
tecnología de los países desarrollados. Esta dependencia
generaba subdesarrollo y desigualdad en los países periféricos
debido a su posición o función dentro de un esquema mundial de
producción o distribución.
El modelo centro-periferia describe la relación entre la
economía central, autosuficiente y próspera, y las
economías periféricas, aisladas entre sí, débiles y poco
competitivas. Frente a la idea clásica de que el comercio
internacional beneficia a todos los participantes, estos
modelos demuestran que sólo las economías centrales
son las que se benefician.
El proceso de industrialización en el mundo generó,
desde sus primeras etapas, una división internacional
del trabajo en la cual la periferia suministra materias
primas a los países del centro. Los centros son
poderosos y las periferias son débiles. Mientras que las
economías periféricas surten al centro de productos
primarios y manufacturas bajas en tecnología a cambio
de bienes de alta tecnología.