En agosto de 1990 Irak invadió Kuwait. El consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas emitió una resolución por la cual se imponían
importantes sanciones al país invasor, obligando a la congelación de las
importaciones y las exportaciones de productos de Irak a Kuwait. Este
hecho muestra los elementos de la geopolítica: una acción de origen
político ejercida mediante la fuerza sobre un territorio ajeno. Con este
nuevo orden geopolítico salen a escena cinco elementos: 1. Un imparable
progreso tecnológico 2. Una nueva situacion 3. Un nuevo orden político 4.
La desaparición de las fronteras 5. Nuevos fenómenos globales.
Los equilibrios de poder
El equilibrio geopolítico no evitó una lucha por el poder económico
dentro de dos modelos contrapuestos: el capitalismo y el comunismo.
El nuevo contexto que permitió aumentar el comercio enormemente
entre los países de ambos bloques; tan es así que, hacia 1970,
comenzaron a normalizarse las relaciones entre las dos potencias
dominantes. Al final del siglo xx esos equilibrios de poder se hacen
cada vez más complejos. Países pobres en su mayoría que
conforman lo que posteriormente se denominó el Tercer Mundo.
Geopolítica del miedo
El mundo global, particularmente después de los ataques
terroristas a las Torres Gemelas, vive bajo la geopolítica del
miedo. A ello se suman otros efectos que inciden en la
misma dirección, como son: las migraciones masivas, las
epidemias globales, las crisis financieras o las catástrofes
medioambientales. Consecuencia de existir unos medios de
comunicación que proporcionan una información inmediata
global y sobre todo muy sensible en su presentación.
Naciones dominantes y
naciones dominadas
La geopolítica tiene como uno de sus ejes fundamentales
todo lo que concierne al territorio, sea perteneciente a una
nación o no, sea un lugar físico o no; es decir, donde se
da la conexión entre poder y dominio territorial. Con lo que
cabe hablar de geopolítica en naciones, en Estados o,
simplemente en territorios sin mas.
Geoeconomía, geoestrategia
y geopolítica
Según Luttwak, la geoeconomía es el mantenimiento de la antigua rivalidad
existente entre las naciones utilizando medios económicos en lugar de
bélicos. La geoeconomía mide el proceso mediante la participación que un
determinado producto alcanza en el mercado, en lugar de centrarse en el
avance que una fuerza militar realiza sobre el mapa. De esta manera, si la
geopolítica hace referencia a las rivalidades de poder sobre un territorio, la
geoeconomía se orienta a las estrategias de dominio económico ejercido
por los Estados directamente, o bajo su influencia por grandes compañías o
ciertos grupos de interés económico globales.
Geoeconomía,
geografía y geopolítica
La geopolítica se refiere a un territorio y la geoeconomía, en su acción,
no se ajusta necesariamente a un territorio concreto, aunque proteja
actividades económicas nacionales o regionales. No es posible obviar el
hecho de que la geoeconomía en su conjunto tiene base territorial, en
cuanto que los mercados la tienen. Y sobre todo, porque la geoeconomía
asienta fuertemente sus pilares en el dominio de las materias primas que
resultan ser estratégicas para el desarrollo y nivel de vida de los pueblos.
El resurgir de la
geoconomía en el siglo xxi
Durante de cientos de años, sino milenios, la mayoría de
los habitantes del planeta han vivido, comparados con los
estándares actuales, en unos bajísimos niveles
económicos: luchando por sobrevivir en un mundo de
pobreza. Al inicio del siglo xxi, una vez sobrepasada la
crisis de las puntocom, el mundo desarrollado parecía vivir
una etapa de crecimiento económico sin límites, donde
naciones tradicionalmente pobres como China, Rusia,
India y Brasil se convertían en nuevas potencias regionales.
Los Estados y la
geoeconomía
En los Estados de los países desarrollados se ha percibido la crisis
financiera más que como una cierta catástrofe de tipo económico, como
un problema de seguridad respecto del modelo de vida. Lo que, de otra
manera, se define como el Estado de bienestar. Un primer efecto de la
crisis, en lo que afecta al fenómeno geoecónomico, ha sido el
basculamiento de la economía de los grandes países hacia otros que, sin
ser aún tan relevantes, tienen una importancia creciente a escala global.
Los Estados más poderosos que , antes de esta situación, definían las
políticas globales, han tenido que aceptar el nuevo esquema del G20.