El galvanizado o galvanización es el
proceso electroquímico por el cual se
puede cubrir un metal con otro.
La función del galvanizado es proteger la superficie
del metal sobre el cual se realiza el proceso
El galvanizado más común consiste en
depositar una capa de zinc (Zn) sobre hierro
(Fe); ya que, al ser el zinc más oxidable, menos
noble, que el hierro y generar un óxido estable,
protege al hierro de la oxidación al exponerse
al oxígeno del aire.
Se usa de modo general en tuberías
para la conducción de agua cuya
temperatura no sobrepase los 60 °C
ya que entonces se invierte la
polaridad del zinc respecto del acero
del tubo y este se corroe en vez de
estar protegido por el zinc.
Galvanización en caliente
La galvanización es un procedimiento
para recubrir piezas terminadas de
hierro/acero mediante su inmersión en
un crisol de zinc fundido a 450ºC.
Tiene como principal objetivo evitar la
oxidación y corrosión que la humedad
y la contaminación ambiental pueden
ocasionar sobre el hierro. Esta
actividad representa
aproximadamente el 50% del consumo
de zinc en el mundo y desde hace más
de 150 años se ha ido afianzando
como el procedimiento más fiable y
económico de protección del hierro
contra la corrosión.
Galvanizado electrólítico En los procesos de
galvanizado electrolítico se utilizan los siguientes
elementos:
Fuente de alimentación: es un
transformador que baja el voltaje
de 380 V, 220 V o 110 V a
tensiones menores (de 0,1 a 12 V
Electrolito: es una solución de sales
metálicas, que serán las que servirán
para comenzar el proceso entregando
iones metálicos, que serán
reemplazados por el ánodo
Ánodos: son placas de metal
muy puro, puesto que la
mayoría de los procesos no
resisten las contaminaciones