La luz nos permite percibir los volúmenes, las forma,
el tamaño, el color y la textura de los objetos.
Cuando cambia el tipo de luz, también cambia la percepción
que tenemos de ellos y se genera un ambiente diferente.
Posiciones del foco luminoso
Según la posición o la naturaleza del foco luminoso, el objeto
iluminado puede adoptar apariencias muy diferentes.
Bajo una luz natural, dependiendo de la hora del día, la época
del año o la climatología, los objetos pueden verse más
contrastados o con un ambiente lumínico más suave.
En el caso de la luz artificial, ocurre el mismo fenómeno, si el foco
de luz está más próximo o más lejos del objeto, el cambio entre
las zonas iluminadas y las sombras está más recortado o
matizado.
Luz frontal
Produce un aplanamiento de las formas, ya
que elimina gran parte de las sombras que
el relieve del propio volumen proyecta.
Luz lateral
Aumenta la sensación de volumen en las zonas
de mayor resalto y produce gran des contrastes
entre las zonas de luz y las de sombra
Luz inferior
Genera el mismo efecto de contraste que el caso
anterior con la diferencia de que las sombras se
proyectan hacia arriba.
Luz cenital
Deforma el aspecto habitual de los objetos
ya que proyecta las sombras hacia abajo.
Luz posterior
Produce el efecto conocido como contraluz y
deja la zona visible de los objetos en sombra,
aplanando de este modo su aspecto y lanza la
sombra proyectada hacia el primer plano.