La relación entre las habilidades de segmentación fonológica y las habilidades lectoras es:
a) Solo unidireccional; las primeras influyen en las segunda.
Bidireccional; la influencia es mutua.
Unidireccional, en el sentido opuesto a lo expresado en a).
Para poder leer una pseudopalabra como "camol" el lector competente tendrá que hacer uso de:
La ruta fonológica o indirecta.
La ruta directa o léxica.
Ambas rutas a la vez.
¿Qué perspectiva de estudio sobre el bilingüismo aborda los fenómenos del bilingüismo sustractivo y aditivo?
La perspectiva lingüística que enfatiza el papel de la Gramática Universal.
La perspectiva sociolingüística.
La perspectiva psicolingüística.
Cuál de los dos patrones de adquisición relacionados con el aprendizaje léxico es prototípico de sujetos bilingües nativos:
Adquisición simultánea de las mismas palabras en las dos lenguas.
Ausencia de equivalentes de traducción en las primeras fases.
Hay tantos patrones como sujetos bilingües.
El hecho de que un hablante nativo de lengua china que lleva residiendo en España varios años cometa persistentemente errores de concordancia de género (i.e. rasgo gramatical no existente en chino) constituye un ejemplo del fenómeno llamado:
Atrición lingüística.
Alternancia de código.
Fosilización.
Los cambios o alternancias de código en sujetos bilingües se deben a: Que los sujetos no dominan bien uno de los idiomas, pueden tener dificultades de acceso al léxico en uno de los idiomas, eligen las palabras de cada lengua que mejor expresan sus intenciones (estrategia adaptativa).
La característica del Lenguaje conocida como "doble articulación" hace referencia a:
La posibilidad de generar infinitas oraciones con un número limitado de elementos.
El uso de sonidos articulados en el habla.
Que los fonemas se combinan para formar palabras y estas se combinan para formar frases.
La posibilidad de hacer referencia a elementos o seres que no están presentes en el momento en que se les nombra.
Según la concepción conexionista del lenguaje:
Los nodos de la red neuronal encargada de la compresión del lenguaje son elementos interdependientes que pueden enviarse activación o inhibición los unos a los otros.
Cada nodo de la red tiene una función definida y envía el resultado de sus computaciones no solo a los nodos que están por encima de él.
Los nodos de cada capa de una red neuronal son diferentes de los de las otras capas y responden automáticamente a diferentes tipos de información.
En una red conexionista típica encargada de la compresión del lenguaje no puede haber influencia de los niveles altos de procesamiento sobre los bajos.
***¿Cuál de los factores NO fue determinante en la aparición del lenguaje humano?
El aumento de la capacidad craneal.
El uso del protolenguaje, que servía para transmitir contenidos lingüísticos de forma rápida, eficiente y no ambigua.
El cambio en los órganos fonadores que posibilitó la emisión de sonidos articulados.
El aumento de la complejidad de las estructuras sociales de los homínidos.
De los siguientes elementos del órgano auditivo ¿cuál está especializado en distinguir las frecuencias de los sonidos?
El conducto auditivo.
El tímpano.
La cadena de huecesillos.
Órgano de Corti.
El efecto McGurk nos hace ver que:
La percepción del habla solo es sensible a factores auditivos.
La succión no nutritiva puede medir el efecto de los sonidos del habla sobre los bebés.
Factores no estrictamente auditivos pueden influir en la percepción de los sonidos del habla.
Los bebés nacen con la capacidad de distinguir entre todos los sonidos del habla de cualquier idioma.
Según la teoría motora de la percepción del habla:
Para percibir los sonidos del habla usamos los mismos mecanismos que nos permiten producir esos sonidos.
La percepción del habla es un proceso de traducción directa de propiedades acústicas a representaciones fonémicas.
No existe un módulo especializado en la decodificación de los sonidos del habla.
Los gestos articualtorios son irrelevantes.
Según la concepción interactiva del lenguaje:
La identificación de una palabra ayuda a identificar los fonemas de los que está compuesta.
El conocimiento de que un determinado sustantivo suele actuar como objeto directo de un determinado verbo, ayuda a establecer la relación entre las dos palabras.
El hecho de que un sustantivo represente a un ser animado ayudará a considerarlo como sujeto de un verbo.
Todas las anteriores respuestas son ciertas.
¿Cuál es la razón de que se suelan utilizar oraciones ambiguas en la investigación del procesamiento sintáctico?
Porque implican que en un momento dado el lector tiene que tomar una decisión y esa decisión nos puede informar de qué información se está teniendo en cuenta para procesar la oración.
Porque la ambigüedad supone una sobrecarga en la memoria del lector, lo que le hace leer más despacio y facilita la investigación.
Porque implica que el lector tiene que activar por igual todas las posibles alternativas que ofrece esa ambigüedad.
Porque nos permiten distinguir fácilmente entre los buenos y los malos lectores.
***Si leemos "en cuanto el dependiente abrió la tienda...", si la frase continúa con "...se llenó", sufriremos un efecto de vía muerta.
Según el modelo de la Vía Muerta de Frazier y sus colaboradores esto será debido a la aplicación del principio de cierre tardío.
Según un modelo de tipo lexicalista como el de Seidenberg y sus colaboradores, esto será debido a que "la tienda" es algo que un dependiente suele abrir, con lo que es fácil que se tome como objeto directo de "abrió" y no esperaremos que sea el sujeto de una cláusula subordinada.
Según el modelo de interacción débil de Altmann y Steadman, el que suframos o no el efecto de vía muerta dependerá sobre todo del contexto en el que esté incluida la frase.
Todas las alternativas son correctas.
¿Cuál de estos enunciados es correcto en relación a las anáforas ambiguas?
Las anáforas ambiguas se resuelven cuando el lector inhibe el significado inapropiado de la palabra ambigua y mantiene activado el aprobado.
Las anáforas ambiguas requieren un reanálisis gramatical de toda la oración para superar la vía muerta.
Las anáforas ambiguas no se resuelven durante la lectura de la propia anáfora, sino al final de la oración.
Las anáforas ambiguas son muy frecuentes en castellano, debido a la información que proporciona la morfología de los verbos.
Según la propuesta minimalista sobre las inferencias en la comprensión (McKoon y Ratcliff):
Los lectores realizan inferencias mínimas y solo en ciertas circunstancias: inferencias locales, y entre contenidos co-activados en la memoria de trabajo.
Los lectores realizan inferencias retroactivas (para explicar lo leído anteriormente) y proactivas (para anticipar lo que viene luego) de forma automática y con un mínimo esfuerzo.
Los lectores realizan inferencias locales y globales sobre algunos contenidos privilegiados: causales, emocionales, espaciales y temporales.
Los lectores realizan inicialmente multitud de inferencias mediante procesos indiferenciados, pero en un segundo momento se suprimen la mayoría de las inferencias y solo subsiste la más apropiada.
¿Cuál de estas características son propias de las proposiciones?
Están compuestas de símbolos inter-modales, formales y abstractos.
Están compuestas de símbolos amodales, qrbitrarios y abstractos.
Están compuestas de símbolos perceptivos, referenciales y abstractos.
Están compuestas de símbolos sensorio-motores, modelos de situación y esquemas.
***Los investigadores sobre la memoria de textos, han identificado 3 niveles de representación del discurso:
El texto escrito (representación grafémica), el texto oral (representación fonética) y el texto integrado (representación semántica).
El texto escrito que da lugar a los procesos de lectura, el texto oral que da lugar a la comprensión natural del lenguaje y el texto integrado que permite combinar información escrita y oral.
El texto superficial que resulta de una lectura no comprensiva, el texto base que resulta de una lectura guiada por la atención, y el modelo de situación que es el resultado de la reflexión consciente.
El texto superficial que se mantiene pocos segundos en memoria, el texto base que se mantiene pocos minutos y el modelo de situación que permite largo tiempo en la memoria.
La teoría del cambio de estructuras de Gernsbacher postula que:
Inicialmente se construye una estructura "promiscua", generándose multitud de proposiciones mediante procesos asociativos, y luego se suprimen las proposiciones irrelevantes mediante procesos conexionistas.
Inicialmente se funda una estructura; posteriormente se va implementando o mapeando, y cuando hay discontinuidades o pérdidas de coherencia en el texto se produce el cambio de estructura.
Inicialmente se funda la micro-estructura compuesta de proposiciones; posteriormente se aplican macro-reglas para cambiar a la macro-estructura también compuesta de proposiciones.
Inicialmente se funda una estructura del modelo de situación y posteriormente se introducen cambios en el modelo, actualizándolo a medida que se procesan nuevos contenidos.
Las teorías simbólicas (entre ellas las proposicionales) tienen un problema referencial o de toma de tierra. Es decir:
Los símbolos no están anclados en la experiencia perceptiva o motora, de modo que no tienen vínculos con el mundo.
Los símbolos no están anclados en procesos neurológicos o cerebrales, de modo que no se conoce su sustrato material.
Los símbolos, pese a su aspecto formal, no están anclados en procedimientos operativos, de modo que no son compatibles.
Los símbolos no están anclados en investigaciones experimentales que demuestren su "realidad" psicológica.
El primer estudio sobre las inferencias emocionales en la comprensión del discurso fue desarrollado por Gernsbacher y sus colaboradores. En dicho estudio se encontró que:
Los lectores eran capaces de inferir durante la lectura el estado emocional del protagonista de una narración.
Los lectores eran capaces de inferir durante la lectura el estado emocional del protagonista de una narración cuando se les preguntaba explícitamente.
Los lectores eran capaces de sentir ellos mismos las emociones de los personajes, gracias a un proceso de empatía.
Los lectores eran capaces de actualizar los estados emocionales de un personaje a medida que se desarrollaban los acontecimientos de la narración.
Havas y Glenberg desarrollaron un experimento en el que algunos participantes mantenían un lápiz entre los dientes y otros en los labios, mientras todos ellos leían oraciones. Indicar qué intentaron demostrar:
Los lectores tenían que dividir su atención entre la tarea de mantener el lápiz y la tarea de lectura, de modo que disminuyó la comprensión.
Los lectores comprendían mejor las historias que reflejaban esfuerzo físico con el lápiz entre los dientes y las historias que reflejaban descanso con el lápiz entre los labios.
Los lectores comprendían mejor las historias que reflejaban trabajo intelectual con el lápiz entre los dientes y las historias de diversión con el lápiz entre los labios.
Los lectores realizaron simulaciones mentales de las emociones que incluyen la activación de expresiones faciales.
La teoría de la amplitud de memoria sobre las diferencias individuales en comprensión (Just y Carpenter), postula que:
Los buenos lectores tienen una mayor amplitud de memoria procedimental que se manifiesta en una aplicación más eficiente de las reglas de conversión grafemo-fonémicas.
Los buenos lectores tienen una amplitud mayor de memoria a largo plazo, disponiendo de una base de conocimientos mayor que los malos lectores.
Los buenos lectores tienen una amplitud mayor de memoria a corto plazo que se manifiesta en la retención de mayor número de dígitos.
Los buenos lectores tienen una mayor amplitud de memoria de trabajo que se manifiesta tanto en la retención de información como en el uso de estrategias.
Según la hipótesis de la granularidad de la codificación de Beeman, los dos hemisferios cerebrales colaboran en la comprensión del lenguaje. Concretamente:
El hemisferio izquierdo se encarga de la coherencia local y el hemisferio derecho de encarga de la coherencia global.
El hemisferio izquierdo se encarga de todos los procesos del lenguaje, pero recaba colaboración del hemisferio derecho cuando hay una sobrecarga cognitiva.
El hemisferio izquierdo codifica con gran detalle algunos significados muy selectivos, y el hemisferio derecho codifica de forma gruesa una amplia red de significados.
El hemisferio izquierdo se encarga de ejecutar todos los procesos fonéticos, ortográficos y gramaticales del lenguaje, y el hemisferio derecho se encarga de la semántica.
En un estudio de Glenberg y colaboradores (1997) presentaban textos con verbos asociativos (vg "ponerse la camiseta"), o bien disociativos (vg "quitarse la camiseta"). El estudio demostró que:
En el caso de los textos asociativos, se construyen proposiciones más accesibles que en el caso de los textos disociativos. Por tanto, en los primeros se acelera la lectura y la comprensión.
En el caso de los textos asociativos, el objeto (camiseta) está más accesible en memoria que en el caso de los textos disociativos. Esto se debe a los procesos de activación e inhibición conceptual.
En el caso de los textos asociativos, el objeto (camiseta) se asocia inmediatamente a otros conceptos relacionados (chándal, bolsa de deportes, zapatillas deportivas, maratón, etc.), debido a su mayor conectividad con el léxico mental.
En el caso de los textos asociativos, el lector construye un modelo de situación en el que el objeto (camiseta) y el personaje se vinculan espacialmente. Esto determina que el objeto esté más accesible en memoria.
Los buenos lectores y los malos lectores se diferencian entre otras cosas, en sus capacidades de metacognigión. Concretamente:
Los buenos lectores supervisan eficientemente su grado de comprensión durante la lectura, mientras que los malos lectores no lo hacen.
Los buenos lectores aplican una amplia gama de conocimientos abstractos o de alto orden, mientras que los malos lectores no lo hacen.
Los buenos lectores aplican un conocimiento detallado de las meta-estructuras o esquemas de texto (narración, ensayo, artículo, argumento, ect.), mientras que los malos lectores no lo hacen.
Los buenos lectores supervisan eficientemente los recursos cognitivos disponibles en cada instante modulando la velocidad lectora, mientras que los malos lectores no lo hacen.
