Oso polar: Es quizás la mayor víctima de los efectos del cambio climático. Su hábitat lleva varias décadas viéndose seriamente amenazada por el derretimiento de los polos del Ártico, lo que provoca el aislamiento de la especie.
Lobo gris mexicano: la situación de esta especie de lobo es más que crítica. Hace 40 años, a mediados de la década de los 70 fue declarado especie en peligro de extinción. Hoy en día, pese a los esfuerzos por su conservación, ya ha desaparecido por completo en su hábitat natural.
Oso panda: menos de 2.500 ejemplares en hábitat natural. Ésta es la descorazonadora cifra que resume el presente y el futuro del oso panda. Esta especie, originaria del suroeste de China, es un símbolo de la lucha contra la deforestación y la caza ilegal.
Tigre: Su población ha disminuido a más de 60 por ciento por la invasión humana de su hábitat y por la caza furtiva (también se le atribuyen poderes en la medicina oriental).