Análisis del n°5 de la Bagatela

Análisis del Periódico La Bagatela (n°5)

Título: La Bagatela Periodo de Publicación: 14 de Julio de 1811 al 31 de Diciembre de 1969 Autor: Antonio Nariño (1765-1823)  Editorial: Santafé de Bogotá (1811-1812): Imprenta Real de Santafé de Bogotá. La Bagatela sale semanalmente, los domingos, desde el 14 de julio de 1811 hasta el 12 de abril de 1812. Se publica en la imprenta de Bruno Espinosa de los Monteros

Bagatela: Cosa o asunto de poco valor, insignificante, de escasa importancia. Proviene del francés bagatelle (cosa de poco valor) 1810-1812: -Coyuntura política                       -Federalistas y Centralistas                      -Jorge Tadeo de Lozano (Cuatro departamentos)                     -Antonio Nariño (Centralista)                     -Virtudes que legitiman (libertad, justicia y orden)                     -Primeras importaciones para dos campos de batalla: armas e                          imprentas.  

Antonio Nariño cree fervientemente en la libertad absoluta y en el gobierno central como la mejor alternativa de organización y como la única posibilidad de conjurar el caos e impedir una total destrucción por la reconquista. "Invoquemos los manes de esos ilustres varones que tan fielmente la sirvieron (la libertad). ¡Sombras respetables de Bruto, de Catón, de Aristides, de Cincinato, de Marco Aurelio, y de Franklin, venid en nuestro socorro!"

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Caption: : Antonio Nariño y Alvarez. Oleo de Ramón Torres Méndez. 98 x 80 cm. Jockey Club, Bogotá

Antonio Nariño y Alvarez

Nariño está convencido que la confederación es una medida influenciada por las ideas viciadas que deja una larga esclavitud.  "¿No tienen un derecho incontestable todas las naciones del mundo para mejorar su suerte, para sacudir la opresión y darse el gobierno que más les convenga?" Defiende el centralismo de Cundinamarca, las adhesiones de los pueblos y provincias al Estado, por encima de sus capitales y sus cabeceras. Se enfrenta con las ideas federalistas que disgregan y dividen.  Pluribus unum: es el lema del periódico, significa de muchos, uno , es una alusión a la Federación de los Estados Norteamericanos, pero también una forma de encarnar en dos palabras el intento de crear una nación unida bajo una capital (centralismo). Nariño acude al género epistolar -las famosas cartas de "El Filósofo sensible a una Dama su amiga", y la correspondencia abierta entre el Autor y "un amigo"-, presenta sueños, dictámenes sobre las formas de gobierno, advertencias o amonestaciones, comentarios a noticias, diálogos y correspondencia con otros papeles.

La Bagatela circula en una cultura mayormente oral, gestual y de imágenes. Su lectura no se reduce a quienes saben leer ni a sus 116 suscriptores. Es leída en voz alta, repetida, aceptada o impugnada con vehemencia, produciendo así momentos emocionantes que marcan lealtades y alineaciones.  La prensa es para Nariño un pilar de su poder: ofrece una comprensión de lo que sucede, hace propuestas, recoge otras opiniones y debate, refuta, crea opinión, crea seguidores, ataca a sus contrarios. Su actividad como librero, su tertulia de los años noventa, la publicación de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, sus andanzas en Europa y La Bagatela son las marcas del camino de un hombre que conoció la virtualidad de las palabras y de las ideas para confrontar mundos.  

El poder de la palabra escrita.

Bagatela n°5 (11 de Agosto de 1811)

Resumen: Llegada de diputados a interrumpir su descanso. Pérdida de esperanza en conseguir organizarse. Voz de Federación por todo el reino  Todas la provincias quisieron ser estados soberanos, llevados por el entusiasmo que tenían por la América inglesa.  "Acudieron a vos poderoso señor" para conseguir aquella soberanía.

Y aunque se las otorgaste, la experiencia les enseñó que no es lo mismo decretarse la soberanía que ejercerla. La experiencia les enseñó que no eran capaces de conformar un adecuado gobierno y redactar una correcta constitución, que no poseían las capacidades para mantener esa autonomía. Desengañados por no poder abrazar el sistema norteamericano y temerosos de una guerra civil o de caer en manos de extranjeros, regresaron a vos para pedir un centralismo en Santafé de Bogotá y se los concediste. Nada hemos cambiando: mismos vicios, mismas trabas, mismos títulos y dignidades. 

Hemos mudado de amos pero no de condición Las mismas arbitrariedades en la administración de justicia, las mismas trabas en el comercio. En una palabra conquistamos nuestra libertad para volver a ser lo que eramos antes. Se nos propone que dividamos el reino en cuatro grandes departamentos como único medio de organizarnos con firmeza.