El arte de la guerra se basa en el engaño.
Por lo tanto, cuando es capaz de atacar,
ha de aparentar incapacidad; cuando las
tropas se mueven, aparentar inactividad.
Si está cerca del enemigo, ha de hacerle
creer que está lejos; si está lejos,
aparentar que se está cerca.
Sobre la iniciación
de las acciones
Si estás sitiando una ciudad,
agotarás tus fuerzas. Si mantienes a
tu ejército durante mucho tiempo en
campaña, tus suministros se
agotarán.
Lo más importante en
una operación militar
es la victoria y no la
persistencia. Esta
última no es
beneficiosa. Un ejército
es como el fuego: si no
lo apagas, se
consumirá por sí
mismo.
Si utilizas al
enemigo para
derrotar al
enemigo, serás
poderoso en
cualquier lugar a
donde vayas.
Sobre las
proposiciones
de la victoria y
la derrota
Si conoces a los demás
y te conoces a ti mismo,
ni en cien batallas
correrás peligro; si no
conoces a los demás,
pero te conoces a ti
mismo, perderás una
batalla y ganarás otra; si
no conoces a los demás
ni te conoces a ti mismo,
correrás peligro en cada
batalla.
Sobre la medida en
la disposición de los
medios
La invencibilidad es una cuestión de
defensa, la vulnerabilidad, una
cuestión de ataque. Mientras no
hayas observado vulnerabilidades
en el orden de batalla de los
adversarios, oculta tu propia
formación de ataque, y prepárate
para ser invencible, con la finalidad
de preservarte. Cuando los
adversarios tienen órdenes de
batalla vulnerables, es el momento
de salir a atacarlos.
Sobre la
firmeza
Cuando un ejército tiene
la fuerza del ímpetu,
incluso el tímido se vuelve
valiente, cuando pierde la
fuerza del ímpetu, incluso
el valiente se convierte en
tímido. Nada está fijado en
las leyes de la guerra:
éstas se desarrollan sobre
la base del ímpetu.
Sobre lo
lleno y lo
vacío
Si haces que los adversarios
vengan a ti para combatir, su
fuerza estará siempre vacía. Si
no sales a combatir, tu fuerza
estará siempre llena. Este es el
arte de vaciar a los demás y de
llenarte a ti mismo.
Todo el mundo
conoce la forma
mediante la que
resultó vencedor,
pero nadie conoce
la forma mediante
la que aseguró la
victoria. Si haces
que los
adversarios no
sepan el lugar y la
fecha de la batalla,
siempre puedes
vencer.
Sobre el
enfrentamiento
directo e indirecto
El primero que hace el
movimiento es el
“invitado”, el último es
el “anfitrión”. El
“invitado” lo tiene
difícil, el “anfitrión lo
tiene fácil”.
Sobre la
distribución
de los
medios
Si tu plan no
contiene una
estrategia de retirada
o posterior al ataque,
sino que confías
exclusivamente en la
fuerza de tus
soldados, y tomas a
la ligera a tus
adversarios sin
valorar su condición,
con toda seguridad
caerás prisionero.
Sobre la
topología
Para
poder
vencer al
enemigo,
todo el
mando
militar
debe tener
una sola
intención y
todas las
fuerzas
militares
deben
cooperar.
Sobre el arte de
atacar por el
fuego
No basta
saber cómo
atacar a los
demás con
el fuego, es
necesario
saber cómo
impedir que
los demás
te ataquen
a ti.
Sobre la
concordia y la
discordia
La
información
no puede
obtenerse de
fantasmas ni
espíritus, ni se
puede tener
por analogía,
ni descubrir
mediante
cálculos. Debe
obtenerse de
personas;
personas que
conozcan la
situación del
adversario. Si
no se trata
bien a los
espías,
pueden
convertirse en
renegados y
trabajar para
el enemigo.