Una de las tinciones más comúnmente usada en
histología es la hematoxilina-eosina sobre cortes de
parafina. Como vemos se usa un colorante básico
(hematoxilina) y otro ácido (eosina) para teñir de
diferente color a las estructuras ácidas y básicas de la
célula.
Hematoxilina: este compuesto se extrae
de Haematoxylum campechianum, una
planta leguminosa originaria de la
península de Yucatán, Méjico. Como
curiosidad, el nombre de esta planta
significa madera que sangra. De la planta
se obtiene una sustancia que al oxidarse
adquiere un color morado. Para
aumentar su capacidad colorante se
combina con iones metálicos de hierro o
aluminio, consiguiéndose así la
hematoxilina. La hematoxilina se une
intensamente a las cargas negativas
(aniones), como los ácidos. Es por esto
que se une fuertemente al ADN (ácido
desoxirribonucleico). La tinción con
hematoxilina tiñe de color azul los
núcleos.
Eosina: las diferencias prácticas en el uso de
la eosina amarilla o azul son mínimas,
siendo más utilizada la eosina Y. Ambos
compuestos se obtienen de la interacción
del bromo con la fluoresceína. Las cargas
negativas del compuesto hacen que se una
a compuestos con cargas positivas, es decir,
básicos, como el citoplasma. Sin embargo,
ésta misma carga es la que impide que
penetre dentro de células vivas, puesto que
la membrana celular las expulsa.
Tinciones Especiales De los cientos
de tinciones especiales que figuran
en los textos clásicos de técnica
microscópica, el patólogo
quirúrgico encuentra unas pocas
realmente útiles hoy en día.
Especialmente desde la
generalización del uso de la
inmunohistoquímica. Las más
usadas son las siguientes: PAS
(periodicacid-Shiff) Tinciones para
microorganismos Tinciones
argentafines y argirófilas Tinción
de amiloide Tinción de reticulina
Tinciones tricrómicas Tinciones
para hemosiderina (Perls)
Tinciones para calcio (vonKossa)
Tinción de Giemsa Fibras elásticas