CAPITULO VI & CAPITULO VII

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Mapa mental sobre CAPITULO VI & CAPITULO VII del libro de etica del lic. Edgard Ernesto Ábrego Cruz
David Dominguez3075
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CAPITULO VI & CAPITULO VII
  1. LAS PROFESIONES
    1. La conformación de las profesiones es fruto del proceso histórico que ha vivido la propia humanidad. En este sentido, el trabajo tiene que ver con el solventar las diversas necesidades que se le presentaban al ser humano en sus primeros tiempos, el suplir las necesidades básicas de comer, vestir, resguardarse, etc. fueron llevando a los primeros humanos sobre el planeta ha trabajar cooperativamente.
      1. El mismo desarrollo evolutivo de nuestra fisiología, lleva a afirmar a Rodríguez Lozano (1998, pág. 210) y otros que “incluso tenemos nuestro cuerpo en cierto modo amoldado a tal necesidad, y sólo basta para ello observar la mano humana, cuyo dedo pulgar oponible tiene su claro origen en la necesidad de asir instrumentos para el trabajo”.
        1. Posteriormente a la fase, donde el trabajo sólo tenía la función la suplir las necesidades básicas del hombre, éste haciendo uso de su inteligencia, lo elevó a mayores niveles, lo que permitió lograr la comodidad y el placer del hombre, poco a poco el trabajo se fue convirtiendo en un medio para la autorrealización del hombre (Rodríguez Lozano, 1998, pág. 210).
          1. La evolución histórica de las profesiones parte según Hortal Alonso (2002, pág. 38) de la división de funciones del sacerdote o shamán, que las diferentes tribus y pueblos conocieron a lo largo de la historia. Éstos, junto a sus funciones más específicamente religiosas, realizaban funciones curativas o judiciales, que con el tiempo se desprendieron convirtiéndose en nuevos roles, desarrollados por otras personas distintas al sacerdote o shamán. Siendo para algunos estudiosos, el sacerdote, el médico y el jurista, los primeros profesionales en sentido pleno.
            1. ¿Qué son las profesiones?
              1. Etimológicamente la palabra profesión viene del latín “profess ĭo, -ōnis” que es la acción y efecto de profesar en su primera acepción. La palabra profesar significa “declarar o enseñar en público”.
                1. Para Cañas Quirós (1998), La palabra "profesión" se deriva del latín, con la preposición pro, delante de, en presencia de, en público, y con el verbo fateor, que significa manifestar, declarar, proclamar. De estos vocablos surgen los sustantivos professor, profesor, y professio o profesión, que remiten a la persona que se dedica a cultivar un arte o que realiza el acto de saberse expresar ante los demás.
                  1. Existen algunos elementos que previamente deben de estudiarse antes de plantear una proposición de lo que puede entenderse por profesión, estos son:
                    1. En primer lugar, la profesión tiene que ver con “una dedicación asidua a una actividad especializada” (Hortal Alonso, 2002, pág. 36). Tal y como se ha planteado con anterioridad, principalmente a partir de la revolución industrial, la especialización para el trabajo cada vez ha sido más necesaria. Para dedicarse de manera continua a una actividad particular, el nivel de especialización en el campo debe ser amplio, tanto a nivel teórico como al alto dominio de las habilidades y destrezas que vuelvan aplicable dicho saber teórico.
                      1. Un segundo elemento tiene que ver con el hecho de que “perciben una retribución por el desempeño de dichas actividades y esa retribución constituye su medio de vida” (Hortal Alonso, 2002, pág. 36). La dedicación de manera asidua a una actividad especializada, exige además de lo anteriormente comentado, que quién se dedica a ella, perciba como usufructo de su labor, una retribución lo suficientemente plausible que le permita vivir una vida digna junto a su núcleo familiar. Un profesional debe ser capaz de tener un nivel de vida adecuado a partir de los ingresos que recibe en forma de salario u honorarios por el desempeño eficiente de sus funciones.
                        1. Un tercer elemento que puede llegar a ser parte constitutiva de un renovado concepto de profesión es que el profesional es un “experto competente” (Hortal Alonso, 2002, pág. 36) en el área de su trabajo. Por competente se puede entender el saber hacer en un contexto determinado, es decir, el profesional está preparado para dar lo mejor de sí (realizar su trabajo al máximo de sus competencias) en el desarrollo de las funciones que su profesión le demande.
                          1. Finalmente, se agrega el elemento de “sentido de pertenencia” (Hortal Alonso, 2002, pág. 37) que marca la identidad del profesional, le permite identificarse con el resto de profesionales del ramo (colegas), le impregna de un orgullo particular por el ejercicio de la profesión, le facilita su actuación en adhesión a los principios, valores y deberes del código de ética de su profesión. Conformar un concepto de profesión que satisfaga a todos los interesados resulta menos que imposible, lo que se puede hacer es delinear algunos rasgos que caractericen la profesión
                            1. Para ello se asume la propuesta de (Hortal Alonso, 2002, pág. 51)
                              1. Profesiones son pues aquellas actividades ocupacionales: a) en las que de forma institucionalizada se presta un servicio específico a la sociedad, b) por parte de un conjunto de personas (los profesionales) que se dedican a ellas de forma estable, obteniendo de ellas su medio de vida, c) formando con los otros profesionales (colegas) un colectivo que obtiene o trata de obtener el control monopolístico sobre el ejercicio de la profesión, d) y acceden a ella tras un largo proceso de capacitación teórica y práctica, de la cual depende la acreditación o licencia para ejercer dicha profesión.
                                1. Características de la profesión.
                                  1. Para que una profesión se conforme necesita al menos cumplir con las siguientes características:
                                    1. a. Tener funciones definidas. Una profesión debe distinguirse de otras a partir de la separación de funciones, es posible que algunas de ellas se compartan con otro tipo de profesiones, no obstante, la finalidad o el énfasis y los métodos y técnicas pueden ser distintos. Por ejemplo: las funciones del educador, orientador y psicólogo educativo pueden tener algunos puntos en común. Las funciones propias delimitan una profesión de otra. b. Principios o deontología que orienten sus actividades. Toda profesión ha de constituirse en torno a un conjunto de principios, normas y deberes que regule la práctica profesional, estos norman los aspectos más comunes y básicos de la profesión, como aquellos más singulares y significativos. Tales principios o deontología, por lo general, se compendian en el Código de ética de la profesión.
                                      1. c. Conocimientos, técnicas y actitudes identificables. Un campo específico del saber, de la ciencia o de la tecnología debe estar reservado para cada una de las profesiones, con los que se ha de permitir contribuir a la mejora de las condiciones de vida de la población a la que sirve. d. Ejercicio reservado a un personal especialmente preparado. Hoy más que nunca ha de cuidarse que las diversas profesiones solo sean ejercidas por personas altamente preparadas, de cuya preparación pueda darse fe por medio de la acreditación de sus títulos académicos y que sus competencias profesionales sean avaladas por la sociedad.
                                        1. e. Formación a nivel superior. No todas las personas interesadas en una profesión puede ejercerla, sino solo aquellos que se preparen para ello, cursando estudios superiores a nivel universitario que equilibren la carga de conocimientos teóricos con el desarrollo de habilidades prácticas. Esto cualifica la profesión. f. Actitudes profesionales hacia los que reciben los servicios profesionales. La formación profesional ha de procurar que quiénes se preparan para el ejercicio de una profesión en particular, no solo posean el dominio de los conocimientos necesarios para hacer frente a los problemas particulares que en ese campo se le presenten a la sociedad, sino que ha de provocar la práctica de valores específicos en la relación con los clientes o beneficiarios de sus servicios.
                                          1. g. Sentido de servicio y tendencia a ser de utilidad y beneficio al grupo social. La satisfacción de las necesidades personales a partir del ejercicio de la profesión debe sujetarse al beneficio que la profesión ha de procurar al colectivo con el cual se convive. Primando los beneficios a la sociedad antes que los personales.
                                    2. El paradigma profesional
                                      1. Concebir la profesión como se presenta en el apartado anterior, es fundamentar un nuevo paradigma de la profesión tal y como lo propone Fernández (1994, págs. 26-30), mismo que se sustenta en los elementos siguientes:
                                        1. a) Una profesión es ante todo, un servicio a la sociedad único, definitivo y esencial. Único en cuanto los profesionales de una profesión reclaman para sí mismos el derecho exclusivo de realizar las tareas propias de la profesión. Definitivo o definido estrictamente, en cuanto el público debe saber a qué atenerse sobre las funciones de cada grupo profesional y sobre sus competencias. Esencial, porque se trata de un servicio que ninguna sociedad desarrollada puede permitirse el lujo de que quede sin atender, sin recursos, sin profesionales competentes.
                                          1. b) A la profesión se le considera vocación, no en el sentido de llamamiento superior, religioso ni, necesariamente, de adecuación personal óptima (inteligencia, actitudes, pericia…) con las exigencias de la profesión sino por que se piensa y espera que el profesional se dedique a su profesión de por vida; se identifique con las pautas ideales de su profesión; se sienta en profunda hermandad con los demás profesionales de su rama; que dedique a su profesión y al enriquecimiento de sus conocimientos y técnicas profesionales buena parte de su tiempo libre.
                                            1. c) Toda profesión se basa predominantemente, en conocimientos y técnicas intelectuales para la realización del servicio que presta y de la tarea que realiza. El énfasis de las técnicas profesionales se debe a que la clave del éxito profesional consiste en saber definir el problema, buscar los datos importantes, formular y aplicar las soluciones posibles y más recomendables.
                                              1. aplicar las soluciones posibles y más recomendables.
                                                1. d) Este mismo domino de técnicas intelectuales exige que el profesional se someta a un período de preparación especializada y formal, habitualmente en instituciones educativas. Debido en parte a esta larga, penosa y costosa preparación exigida por la profesión, los profesionales reclaman más tarde recompensas económicas y sociales superiores a las que se obtienen en la mayoría de las ocupaciones. e) El profesional reclama un amplio campo de autonomía, tanto para él como para el cuerpo al que pertenece. Se trata de una autonomía para desempeñar sus tareas profesionales con fidelidad sólo a su propio juicio y a la experiencia, sólo sus colegas pueden ser jueces de sus errores.
                                                  1. f) La contrapartida de la autonomía es la responsabilidad personal sobre los juicios emitidos, los actos realizados y las técnicas empleadas en el ejercicio de la profesión. g) El énfasis está puesto en el servicio prestado más que en las ganancias obtenidas, aunque el profesional puede tener en su vida de trabajo el mismo tipo de motivaciones o afanes materiales que otros trabajadores. h) Existe una organización de profesionales de cada ramo creada y autogobernada por ellos mismos, cuyas misiones son crear criterios de admisión/exclusión, impulsar un alto nivel de competencias y elevar el status socioeconómico de los miembros.
        2. CAPITULO VI
          1. NOCIONES BÁSICAS DE ÉTICA PROFESIONAL
            1. Necesidad de una ética profesional.
              1. En El Salvador, un significativo número de estudiantes que egresan de la Educación Media no tienen posibilidades de continuar estudios universitarios, muchas explicaciones existen para tal fenómeno la mayoría de ellas ligadas a la situación económica que enfrentan las familias salvadoreñas. En este sentido, aquellos que con poco o mucho esfuerzo acceden a los estudios universitarios, son “privilegiados”. Ya sea que los estudios sean costeados por el mismo estudiante o con el sacrificio de sus padres, existe un compromiso en cada uno de ellos de cara a la sociedad en la que viven, la que espera que ellos contribuyan con sus conocimientos y desempeño al desarrollo de toda la sociedad.
                1. Las éticas aplicadas
                  1. La ética aplicada es la “ética centrada ya de modo explícito en campos concretos de la actividad humana, a los que aplica su saber fundamental” (Etxeberria, 2002, pág. 189), tradicionalmente se divide en ética personal y ética social. En la ética aplicada, el saber teórico se trasvasa a la praxis de dos modos: a través de “ámbitos o problemas de la vida social (así aparecen la bioética, la ecoética, la ética de la economía, de los medios de comunicación, ética aplicada a los problemas de la multiculturalidad, etc.) y actividades profesionales (ética de cada profesión)” (Etxeberria, 2002, pág. 192). Como se extrae de la anterior cita, la ética profesional es una ética aplicada y le incumbe, como afirma Etxeberria (2002, pág. 192), “diseñar los valores, principios y procedimientos que los afectados (profesionales) deberán luego tener en cuenta en los diversos casos, desde ella no se plantearán tanto las aplicaciones concretas cuanto el diseño del marco reflexivo para la toma concreta d
                    1. Vertiente de la deontología profesional.
                      1. Etimológicamente viene del griego, deontos, lo necesario, lo que debe hacerse, y de, logos, tratado: tratado sobre lo obligatorio, lo normativo, o tratado sobre los deberes de una profesión.
                        1. En sentido más restringido, es la ética propia de una profesión liberal. En la fundamentación de este concepto entra la tradición religiosa, sostenida sobre todo por el calvinismo, según el cual el cumplimiento en el trabajo o en la profesión son signo externo de la predestinación divina; la tradición romántica del idealismo, que concibe el trabajo como desarrollo de la persona humana, de donde cobra dignidad, y la mentalidad moderna, en buena parte desacralizada, que contempla la necesidad de regular los derechos y deberes de aquellas profesiones basadas en relaciones humanas no regidas por códigos generales. Estas profesiones regulan su actuación mediante códigos deontológicos propios, éticos y legales a la vez. (Diccionario de Filosofía Herder, 1998)
                          1. Desde el punto de vista de la deontología profesional, según Etxeberria (2002, págs. 196-198), habrá que afrontar las cuestiones siguientes:
                            1. • Plantear cómo se realiza y cómo se controla en la actividad profesional la autonomía de las personas implicadas: las del propio profesional, la de los clientes o usuarios, la de los afectados. • Concretar como se realizan las exigencias de la justicia desde y gracias a las actividades profesionales. • Definir los principios y normas por los que debe regirse la profesión.
                              1. Vertiente teleológica o de la ética profesional
                                1. Etimológicamente viene del griego telos, teleos, fin, y lógos, tratado. Literalmente se traduce como tratado de las causas finales, o bien doctrina de la finalidad. Desde esta vertiente aparecen otra serie de referentes decisivos que, según Etxeberria (2002, págs. 198199), deben plantearse:
                                  1. • Precisar cómo la actividad profesional remite al bien y autorrealización del propio profesional. • Relacionar el ejercicio profesional con la realización de las virtudes, especialmente de aquellas virtudes que más conexión tienen con cada una de las profesiones en función de sus especificidades. • Exigencia al profesional del respeto a la pluralidad social, entre los clientes y entre los propios profesionales.
                                    1. ¿Qué es ética profesional?
                                      1. Variadas concepciones existen hoy día sobre lo que debe entenderse por ética profesional, estas van desde la clásica: “Ciencia normativa que estudia los deberes y los derechos de los profesionales en cuanto tales” (Menéndez), hasta otras más renovadas como:
                                        1. • “la ética de una profesión es un conjunto de normas, en términos de los cuales definimos como buenas o malas una práctica y relaciones profesionales. El bien se refiere aquí a que la profesión constituye una comunidad dirigida al logro de una cierta finalidad: la prestación de un servicio” Villarini (1994) • Conjunto de exigencias y leyes internas que rigen el ejercicio de las profesiones particulares que el hombre desarrolla en el ámbito de la organización social del trabajo (Gatti, 1997, pág. 9). • La ética profesional se centra ante todo en el tema del bien: qué es bueno hacer, al servicio de qué bienes está una profesión. (Fernández – Hortal, 1994, pág.57)
                                        2. Principios que sustentan la ética profesional
                                          1. Según Hortal Alonso (2002, pág.91), la conformación actual de la ética profesional se construye a partir de cuatro principios fundamentales, a saber: el principio de beneficencia, el principio de autonomía, el principio de justicia y el principio de no maleficencia. Los tres primeros conforman un solo cuerpo de principios, mientras que el cuarto – independiente para algunos - se presenta como complemento de los primeros.
                                            1. Principio de beneficencia.
                                              1. Básicamente consiste en “Hacer bien una actividad y hacer el bien a otros mediante una actividad bien hecha” (Hortal Alonso, 2002, pág.116). El bien que se alcanza o proporciona ejerciendo correctamente (bien) una determinada profesión constituye el primer criterio para decir qué actuación profesional es buena, quién es un buen profesional, tanto en lo que se refiere a la competencia profesional como a su ética. Así es como proponemos que se entienda el principio de “beneficencia”. Actuar en beneficio de los destinatarios de los servicios profesionales consiste en realizar bien lo que busca hacer cada práctica profesional: alcanzar el bien o los bienes constitutivos que
                                            2. Principio de autonomía
                                              1. Etimológicamente, del griego, autós, sí mismo, y nómos, ley: que vive según su propia ley o se gobierna por su propia ley. Es la capacidad de bastarse a sí mismo para preservar la propia individualidad frente a los demás o frente a la colectividad, a los que, no obstante, necesita en buena medida. (Diccionario de Filosofía Herder, 1998) Hay que agregar, tal como lo señala Kant citado por Hortal Alonso (2002, pág. 133) que “la libertad y la razón son propias de todos los seres humanos. En ellas radica y consiste su dignidad. La voluntad racional y libre de cada persona es la única fuente de la ley moral, en esto consiste la autonomía, en esto consiste la moralidad”.
                                                1. Principio de justicia
                                                  1. La palabra justicia viene del latín iustitia, y significa conformidad con el derecho. En un sentido general, se asocia a la actitud del hombre de vida moral recta, al hombre que llamamos bueno. Desde el siglo III d.C. que Ulpiano formuló el principio formal de justicia: “dar a cada uno lo que le es debido”, este se mantiene vigente.
                                                    1. Principio de no maleficencia
                                                      1. Universalmente el principio de no maleficiencia se enuncia: ante todo no hacer daño. A veces no está claro qué es bueno hacer y sí está claro qué es malo hacer (o dejar de hacer); y que a veces no es bueno (u obligatorio) proporcionar determinados bienes, sobre todo cuando ello supone imposiciones paternalistas que atentan contra la autonomía personal; pero para no hacer daño, para no hacer el mal (o para no omitir una acción a la que estamos obligados en orden a no perjudicar a otros) no necesitamos contar con el consentimiento ajeno. El bien se puede hacer de muchas maneras entre las que cabe optar; evitar el mal es preceptivo, obligatorio. Igualmente hay que sopesar los daños que se siguen de lo que hacen o dejan de hacer los profesionales para la sociedad o para el bien público en general y no quedarse en meras
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