Todo aquel que es
buen llanero Lejos
del llano se inspira;
Se acuerda de su
caballo De su soga y
de su silla.
Me levantaré una
negra Y si puedo una
catira; Pero si hay una
morena Que sea Dios
el que decida.
Del toro la vuelta
e’ el cacho Del
caballo la carrera;
De las mujeres
bonitas La cincha y
la gurupera.
El Galerón llanero es considerado un “canto de
vaquería”, en el que los llaneros colombianos,
cuentan sus historias mientras conducen el
ganado por las grandes praderas de las zonas
del Casanare, Meta, Vichada, Arauca y el llano
venezolano, en busca de mejores pastos;
travesías que duran varios días. Al “Galerón”
como forma musical se le reconoce como un
“corrido” y como forma literaria, se lo cataloga
como una “copla” de exacta rima consonante y
obligada en las terminaciones “ao” , para que el
ganado se acostumbre al sonido de este término
y siga al vaquero sin dispersarse. Copla viene del
término latino copulam, que significa unión o
acoplamiento de los verso para formar una
estrofa.
Coplas boyacenses
El género literario-folclórico de las
COPLAS es conocido en Boyacá con los,
nombres de CANTAS en Valle de Tenza y
TONADAS en el Altiplano Central y
región del Norte de Boyacá. Designan
estos nombres una composición poética
popular que consta sólo de una cuarteta
o romance, de una seguidilla, de una
redondilla o de otras combinaciones
breves, utilizadas comúnmente en las
canciones folclóricas, en los intermedios
de las danzas vernáculas, en los duelos
poéticos y en general en las tertulias
campesinas.
El origen de las Cantos o Tonadas
boyacenses se remonta a los
cantares españoles de finales de la
época medieval, cuya muestra más
representativa son las "Cántigas de
Santo María" del rey Alfonso el
Sabio. Estas cántigas o coplas
españolas fueron introducidas al
Nuevo Reino de Granada y demás
regiones de Hispanoamérica y fueron
adaptándose de acuerdo con la
psicología de cada región. El trovador
anónimo colombiano adoptó muchas
coplas españolas; otras las adaptó a
sus circunstancias; asimismo creó
sus propias coplas.
En Sogamoso Guillermo Plazas Olarte
obtuvo estas coplas: Estos maridos de
ahora son el diablo y algo más: no se
contentan con una y corren tras las
demás. Jetiblanco, sinvergüenza, ¿para qué
querés mujer? pa verla de puerta en
puerta sin poderla mantener? La
diversidad en las coplas, el humor, la
sátira, la alegría, la crítica a la situación, el
amor, la desilusión y todos los aspectos de
la vida cotidiana, los encontramos en las
coplas boyacenses. En cualquier fiesta
familiar, veredal, romería, baile de casorio,
encontramos el coplero oportuno que echa
las coplas tradicionales y las que hace
dedicadas para el momento.