la idea ortodoxa de la modernidad implica la desaparición de tradiciones
premodernas, en América Latina tales tradiciones persisten a pesar de
décadas de modernización
La modernización disminuye el papel de lo culto y lo popular tradicionales en el conjunto del
mercado simbólico, pero no los suprime. Rebusca el arte y el folclore, el saber académico, y la cultura
industrializada, bajo condiciones relativamente semejantes. Lo que se desvanece no son tanto los
bienes antes conocidos como cultos o populares, sino la pretensión de unos y otros de conformar
universos autosuficientes.
El resultado de la modernización desigual latinoamericana es lo que
García Canclini llama la “heterogeneidad multitemporal” en la que
formas de expresión cultural de diferentes épocas coexisten, y (en
contraste con la heterogeneidad de Cornejo Polar) las divisiones y
jerarquías culturales (lo culto/lo popular) se desdibujan.
Reconoce que los procesos de hibridación cultural
son frecuentemente conflictivos, pero los considera
más compatibles con la democratización que otras
formas de política basadas en identidades nacionales,
culturales.
los procesos de hibridación no son siempre espontáneos ni necesariamente
ocurren de una manera imprevista. Muchas veces grupos e individuos
consciente e intencionalmente adaptan sus tradiciones culturales, sus
saberes y prácticas a nuevas circunstancias, y producen así formas culturales
híbridas utilizando una estrategia que García Canclini llama la reconversión.
El término por lo general se refiere a la reconversión económica de fábricas, procesos de producción y saberes técnicos
efectuada por grupos hegemónicos, pero también se encuentran estrategias de reconversión económica y simbólica en
sectores populares:
los migrantes campesinos que adaptan sus saberes para trabajar y consumir en la ciudad, y sus
artesanías para interesar a compradores urbanos; los obreros que reforman su cultura laboral ante las
nuevas tecnologías productivas; los movimientos indígenas que reinsertan sus demandas en la política
transnacional o en un discurso ecológico, y aprenden a comunicarlas por radio y televisión.
Los medios de comunicación contribuyen en la hibridación cultural mediante la socialización de
hallazgos de otras culturas e incluso ayudan en la fusión de éstas con las tradiciones de las regiones
a la que pertenecen.
La estrategia de la hibridez apunta a la potencialización de la diferencia y no a su reducción,
asimilación, adaptación, en un primer momento. En un segundo momento condice la estrategia de la
hibridación un “reconocimiento de la diferencia”, esto es a la posibilidad de negociar identidades
diferentes en un tercer espacio.