TRANSPARENCIA INSTITUCIONAL PARA
FORTALECER LA CONFIANZA SOCIAL
El presente ensayo describe el valor estratégico que representa la transparencia en
el comportamiento de los integrantes de una institución como la Policía Nacional, para
fortalecer la confianza social y la cultura de la legalidad de manera endógena y
exógena, constituyéndose en modelo de conducta social e institucional.
OBJETIVO
Describir el valor estratégico que representa la
transparencia en el comportamiento de los
integrantes de una institución como la Policía
Nacional
ALCANCE
Concienciar a los integrantes de la Policía Nacional de
la importancia de conocer, comprender, apropiar y
aplicar el concepto transparencia como una virtud del
servicio de policía
BENEFICIARIOS
El Estado, la comunidad en general, los policías de Colombia, la
comunidad internacional y el medio ambiente
El 75% del enfoque de la política está orientado hacia la prevención y el 35% a la sanción,
a su vez está dividido en cuatro factores
institucionalidad
cuenta con cuatro (4) estrategias: derechos humanos;
transversalidad institucional; sistema ético policial y
resolución de conflictos.
visibilidad
cuenta con tres (3) estrategias: fortalecimiento de la
cultura de la denuncia; acceso a la información y
difusión de la transparencia policial.
supervisión y control
cuentan con cuatro (4) estrategias:
innovación tecnológica; rendición de cuentas;
atención y servicio al ciudadano y veeduría
ciudadana.
sanción
cuenta con una (1) estrategia: asuntos internos
a través de la cual coordina, direcciona se
integra los esfuerzos investigativos de la
institución accionando la actividad disciplinaria
La transparencia en los cuerpos de policía tienen como finalidad “servir y proteger a los
miembros de su comunidad”(Roja, 2012)
1. Cumplir siempre los deberes que impone la ley, sirviendo a la comunidad y
protegiendo a todas las personas contra los actos ilícitos.
2. Respetar y proteger la dignidad humana, así como mantener y defender los
derechos humanos de todas las personas.
3. Usar la fuerza sólo cuando sea estrictamente necesario y en la medida
necesaria.
4. Mantener en secreto las cuestiones de carácter confidencial, salvo que el
cumplimiento del deber o las necesidades de la justicia exijan lo contrario.
5. Nunca torturar o infligir tratos crueles, inhumanos o degradantes.
6. Garantizar la plena protección de la salud de todas las personas
bajo su custodia.
7. No cometer acto de corrupción alguno.
8. Respetar la ley y el presente código de conducta, así
como prevenir y oponerse a toda violación de éstos.
La policía es concebida como el organismo a cargo de brindar un buen gobierno, el orden a la sociedad y la
recompensación social. Con el fin de mejorar a través del reconocimiento de la ley. Fortalecer el estado de
derecho, rechazar el comportamiento ilegal, proteger y promover uniforme e imparcialmente los derechos humanos
para facilitar la convivencia y el buen vivir.
El objetivo de éste es fortalecer el Estado de Derecho, el cual se define como un principio en el que todos los miembros
de la sociedad están gobernados por leyes, que se aplican uniformemente y son establecidas con la participación
ciudadana para proteger a la sociedad y los derechos individuales.
A mayor legitimidad de la policía, mayor disposición por parte de la ciudadanía a aceptar y a
cumplir sus órdenes, mayor disposición a colaborar activamente con ella y mayor disposición a
cumplir con las leyes en general. Por el contrario, a menor legitimidad policial, cabe esperar una
menor deferencia hacia la policía y sus agentes, una menor colaboración con ellos y una menor
predisposición al cumplimiento voluntario de las normas, lo que conduce a escenarios de
gobernabilidad más difícil en los que predominan las intervenciones policiales coactivas.
La institución policial no ha dejado de esforzarse para reducir esa distancia, especialmente
en el plano simbólico. Las reformas policiales más relevantes, las relacionadas con la
orientación a la comunidad y la proximidad, deben ser entendidas en el marco de un
proyecto de mejora de su eficacia a través del reforzamiento de la legitimidad de la
institución, por medio del acercamiento a la población a la que debe servir.
La garantía de la seguridad y la convivencia pacífica a través del establecimiento de normas para
regularla es, más que una mera función del Estado, una función constitutiva del mismo. Esta garantía
requiere evitar o minimizar la desviación respecto de dichas normas, las cuales, de algún modo,
expresan una determinada idea del orden social.