los grupos aborígenes
colombianos iniciaron la
exploración del territorio y se
establecieron a lo largo del
litoral de los dos océanos, los
valles de los ríos, la selva
amazónica y los
departamentos del sur del
país. Sus actividades
económicas básicas eran la
caza y la recolección. La
cacería se hacía en hordas y
el nomadismo era la forma
de vida común.
Arcaico
Para el período arcaico, las
características de vida de los
primeros pobladores cambiaron de
forma notoria. Una serie de
alteraciones climáticas,
representadas en variaciones de los
ciclos de lluvias y la transformación
del relieve, produjo un lento proceso
de extinción de los grandes
mamíferos que habitaban las
sabanas y llanuras del territorio
colombiano.
Clasico
la civilización mesoamericana está
marcado por la consolidación del proceso
urbanístico que se venía gestando desde el
Preclásico Tardío, lo cuál ocurre hacia el
siglo III dC. Durante la primera parte de
esta época, Mesoamérica será dominada
por Teotihuacan. A partir del siglo VII dC,
esta ciudad comenzará un largo proceso de
decadencia que permitirá el florecimiento
de las culturas maya, zapoteca y de los
llamados centros regionales del Epiclásico.
Posclasico
última etapa del desarrollo
independiente de la civilización
mesoamericana. Como los otros
períodos de la cronología
mesoamericana, el inicio de este
período varía en el tiempo, aunque se
suele señalar la caída de las
ciudades-Estado del Epiclásico del
centro de Mesoamérica como el
principio del Posclásico.
Formativo
La última etapa de
desarrollo de los aborígenes
colombianos fue el
formativo. En la costa del
mar Caribe, cerca del
municipio de Malambo, han
sido encontrados vestigios
de las primeras actividades
agrícolas importantes. Los
restos encontrados,
consisten en piezas de
cerámica en forma de platos
pandos, que se utilizaban
para cocinar el cazabe, una
harina que se extraía de la
yuca venenosa. La yuca, en
sus variedades dulce y
amarga, muy posiblemente
fue la primera planta en ser
domesticada.