Todo cuerpo persevera en su estado de
reposo o de movimiento uniforme y en
línea recta, salvo en cuanto mude su
estado obligado por fuerzas exteriores.
Segunda Ley
El cambio del movimiento es
proporcional a la fuerza motriz
imprimida y se efectúa según la línea
recta en dirección de la cual se imprime
dicha fuerza.
Tercera Ley
A toda acción se opone siempre una reacción contraria e
igual; es decir: que las acciones entre dos cuerpos son
siempre iguales entre sí y dirigidas en sentido contrario.