PROBLEMÁTICA PSICOSOCIAL Y EDUCACIONAL DE LOS NIÑOS MARGINADOS: YULY SHIRLEY ACHURY CURSO DE PROCESOS COGNOSCITIVOS
Las transmisiones educativas y culturales, por sí mismas, no garantizan el desarrollo del pensamiento conceptual.
La transmisión por sí misma no produce aprendizaje de conocimiento. Un nuevo modelo de enseñanza que propicie la creación y la recreación de conocimientos e intercambio entre miembros de una comunidad de investigadores, puede, con seguridad, producir la solidaridad entre las coordinaciones interindividuales y coordinaciones intra-individuales. Las experiencias escolares donde se estimuló el aprendizaje reflexivo de los niños y el trabajo en grupo son los mayores testigos de ese proceso solidario (Celestin Freinet).
Dada la situación en que se encuentran los niños marginados, sometidos a la “cultura del silencio”, se vuelve absolutamente necesario promover una educación que estimule la cooperación, la solidaridad, la expresividad del pensamiento, la toma de conciencia de las acciones vividas.
La educación no mejora la situación de los niños marginados.
El atraso en el desarrollo cognitivo de los niños marginados.
Dificultades y fracasos en el aprendizaje escolar en función de la ausencia de capacidades cognitivas para las exigencias de la escuela. La ausencia de capacidad se debe, en esa concepción, al hecho de que, desde la tierna edad, esos niños no tuvieron contacto con los contenidos y patrones culturales de la clase media.
El “instruccionismo” que se apoya en la acción unilateral del adulto y en la transmisión de contenidos. Ese modelo se fundamenta en el modelo epistemológico empirista y en el mito de la transmisión de conocimientos.
El resultado de la acción pedagógica de este modelo de constitución de individuos pasivos del punto de vista moral e intelectual, que aprenden a permanecer en silencio y no expresar su punto de vista. Podemos decir que los sujetos que salen de esa escuela renuncian al derecho de pensar por sí mismos, de ejercer su ciudadanía
El proceso de enseñanza-aprendizaje reducido a acciones de transmisión, cristaliza y refuerza el déficit cognitivo y la ignorancia.
La escuela tradicional no responde a esas exigencias. Necesitamos, por tanto, otra escuela que estimule, en la práctica, el aprendizaje de conocimientos y la conquista de una moral autónoma.