El trabajo es una magnitud física escalar que
se representa con la letra W (del inglés Work)
y se expresa en unidades de energía, esto es
en julios o joules (J) en el Sistema
Internacional de Unidades. Por lo tanto. El
trabajo es igual al producto de la fuerza por la
distancia y por el coseno del ángulo que existe
entre la dirección de la fuerza y la dirección
que recorre el punto o el objeto que se mueve.
Para obtener el trabajo a lo largo de toda la trayectoria
bastará con integrar a lo largo de la misma entre los puntos
inicial y final de la curva. Pero hay que tener en cuenta
también, que la dirección de la fuerza puede o no coincidir
con la dirección sobre la que se está moviendo el cuerpo. En
caso de no coincidir, hay que tener en cuenta el ángulo que
separa estas dos direcciones.
El concepto de trabajo está ligado muy
íntimamente al de energía, Esta ligazón
puede verse en el hecho de que, del mismo
modo que existen distintas definiciones de
energía (para la mecánica, la
termodinámica)
También existen definiciones distintas
de trabajo, aplicables cada una a cada
rama de la física. El trabajo es una
magnitud de gran importancia para
establecer nexos entre las distintas
ramas de la física. Cuando se levanta un
objeto desde el suelo hasta la superficie
de una mesa, por ejemplo, se realiza
trabajo al tener que vencer la fuerza de
la gravedad, dirigida hacia abajo; la
energía comunicada al cuerpo por este
trabajo aumenta su energía potencial.
Por otra parte, si una fuerza
constante no produce movimiento,
no se realiza trabajo. Por ejemplo,
el sostener un libro con el brazo
extendido no implica trabajo alguno
sobre el libro, independientemente
del esfuerzo necesario.
La fórmula de trabajo se
representa de la siguiente
manera: T = F · d · cosα
Partiendo de la fórmula, trabajo es el
producto de la multiplicación de la fuerza
por la distancia y por el coseno del ángulo
que resulta entre la dirección de la fuerza y
la dirección que recorre el objeto que se
mueve.