Escucha a tu cuerpo. Cuando practiques alguna
actividad física trata de poner atención en todos los
síntomas corporales y mentales que se generen. Si
agravan su presencia, debes modificar tu rutina lo
más pronto que puedas.
Sé constante. Al realizar una actividad por un tiempo
determinado notarás los cambios físicos y mentales. No te
des por vencido en las primeras experiencias y mantén una
actitud positiva.
Mezcla diferentes técnicas. Al practicar ejercicios aeróbicos y
de resistencia, que incluyan la meditación le brindarás más
beneficios a tu cuerpo que si te enfocas a una sola actividad.
Corre. Con esta actividad te sentirás relajado y
mejorarás tu estado de humor. Es una de las mejores
técnicas para mantenerte saludable física y
mentalmente.