El día de su cumpleaños número 13 Ana recibió como regalo un diario el cual la llenó de mucha
felicidad y decidió llamarlo kitty. Ana llevaba una vida normal y agradable junto a su familia;
compuesta por su madre Edith Frank-Holländer, su padre Otto Frank y su hermana tres años mayor,
Margot.
El comienzo del diario de Ana Frank, habla de su vida
normal, detalles de cómo era el colegio; siempre rodeada
por sus amigos y amigas, de cómo su profesor de
matemáticas el Sr. Kepler se la pasaba regañándola
porque no se podía quedar callada ni un momento, Ana
era una niña muy bonita; así como de su primer amor
Harry Goldman comentarios típicos de una niña de 13
años.
Hasta ese momento Ana de lo único que tenía que preocuparse era de sus estudios y de sus amigos,
pero de repente todo cambió. Empezó la segunda guerra mundial y Holanda se vio invadida por los
alemanes. Un día mientras caminaban por la plaza su papá le habló de un escondite al cual debía ser
necesario que trasladaran todas sus cosas y sobre todo trasladarse ellos para no caer en manos de
los alemanes.
Detalla en su diario un cierto enamoramiento entre los dos jóvenes, cuenta como la mayoría de las
noches se las pasaban en la habitación de él, mirando por la ventana las estrellas y la luna. Esos
fueron los momentos más felices que Ana describió durante su estadía en el escondite. El diario de
Ana Frank termina el 1 de agosto de 1944, porque el 4 de agosto de 1944 cuando fueron finalmente
encontrados.
Los agentes de la Gestapo detuvieron a todos los
ocupantes y los llevaron a diferentes campos de
concentración. Después de permanecer durante un
tiempo en los campos de concentración de
Westerbork y Auschwitz, Ana y su hermana mayor,
Margot, fueron deportadas a Bergen-Belsen, donde
ambas murieron durante una epidemia de tifus a
causa de las malas condiciones de higiene en que se
encontraban, entre finales de febrero y mediados de
marzo de 1945.
De todos los habitantes del anexo, solo el padre de Ana volvió.