8.3. La opción
preferencial por los
pobres y excluidos
391. Preocupación por la dignidad humana
No podemos permanecer insensibles ante la realidad
de injusticia, inequidad y sufrimiento.
Dios tiene preferencia por los pobres porque son las
personas que pasan más necesidades.
392. Jesucristo es el rostro humano de Dios y el
rostro divino del hombre.
Definitivo mediador de Dios
y definitivo hombre.
Salva de necesidades
concretas a los débiles y
despreciados.
Realiza curaciones, expulsa
demonios y acoge a
pecadores y repudiados.
393. Los rostros sufrientes
de los pobres son el rostro
sufriente de Cristo.
En rostro de Jesucristo
muerto y resucitado,
maltratado por nuestros
pecados y glorificado por
Dios podemos ver, con la
mirada de la fe, el rostro
humillado de tantos
hombres y mujeres.
394. De nuestra fe en Cristo brota también la solidaridad
como actitud permanente de encuentro, hermandad y
servicio.
195.La Iglesia es abogada de la justicia y
defensora de los pobres ante intolerables
desigualdades sociales y económicas que
claman al Cielo, suscita esperanza, opción
por una vida y una fe.
196. La Iglesia latinoamericana está llamada a ser
sacramento de amor, solidaridad y justicia entre
nuestros pueblos.
197. Dedicar tiempo a los
pobres, brindarles un
espacio en el que se
sientan acogidos;
buscando, desde ellos, la
transformación de su
situación.
198. La opción de los pobres debe conducirnos a
una amistad con ellos llenos de experiencias,
que nos permita conocer los valores de los
pobres, su búsqueda permanente de Dios y su
modo de vivir la fe.