Muestran una actitud claramente defensiva y de autoconcentración.
Se sienten inseguros en su papel y deciden callarse, aguantar,
adaptarse y ceder a la más mínima presión por parte del hijo..
En ocasiones piensan que si anteponen sus criterios a los del hijo pueden
traumatizarle o llegar a ser rechazados por éste. Se guardan sus opiniones
o, como mucho, llegan a expresarlas con timidez, con excesiva laxitud, sin
decisión ni convicción, con un tono de voz generalmente bajo.
Estilo agresivo
los padres intentan imponer sus criterios a los hijos sin tener en
cuenta la opinión de éstos.
El estilo agresivo se manifiesta por la actitud desafiante, tensa,
cargada de gestos de autoridad, amenaza e intimidación.
Mientras se dan órdenes al hijo, se bate el puño cerrado arriba y
abajo, con el dedo índice extendido en señal de advertencia.
Estilo asertivo
Es una comunicación que se construye con la intervención de las dos partes.
Resulta especialmente útil para analizar juntos las cuestiones, prevenir
conflictos futuros, negociar, resolver las dificultades, buscar alternativas,
encontrar posibilidades.
Mantiene un diálogo coherente y claro, en el que predomina el
necesario contacto visual, la adecuada fluidez del habla y la
naturalidad de los movimientos.