Intangibilidad: Cuando se trata de la venta de un producto, consigues cuantificar, pues estamos
hablando de algo físico. Pero ¿cómo medir la prestación de un servicio? En un artículo publicado en
Marketing91, el especialista en marketing, Hitesh Bhasin, explica que el tiempo y el esfuerzo utilizados
para prestar el mejor servicio posible son intangibles, lo que explica esta diferencia. El autor
ejemplifica, que al comprar un servicio, diferente a lo que acontece al comprar un producto, la
propiedad no es transferida al cliente final. Cuando tú compras un auto, pasa a ser tuyo. Por otro lado,
al contratar un servicio de viaje a través de una compañía aérea, posees sólo el pasaje, y no la
compañía aérea. Es un ejemplo muy simple, pero que ayuda a ilustrar lo que acontece en cada
situación.
Perecedero: Lo perecedero también forma parte de esta diferencia. Los productos pueden ser
almacenados, ocupando espacio en stocks y con una necesidad constante de rotar, agotándose y
perdiendo plazos de vigencia. En el servicio esto no acontece, pues el valor es generado
simultáneamente a la prestación y al consumo.
Inseparabilidad: Este ítem tiene semejanza a otro punto de diferenciación entre ambos: la
inseparabilidad. Mientras los productos son producidos, entregados y consumidos en diferentes
etapas, el servicio sucede con la presencia del cliente en el acto de atenderlo. Esto aumenta aún más
los desafíos de la marca en promover la satisfacción inmediata al cliente, fundamental para una
buena evaluación de la prestación del servicio.
ESTANDARIZACIÓN Estandarización Los productos son producidos de forma estándar (todos iguales)
mientras que los servicios son heterogéneos, porque dependen de cada experiencia individual.
Pensemos en una agencia de viajes (servicios), si bien vende viajes a Italia todos los meses, los viajes
nunca resultan iguales. Depende del guía, de los servicios subalquilados (hotel, pasajes aéreos) y
principalmente de los clientes que adquieran el viaje.
PRODUCCIÓN Y CONSUMO Producción y consumo. La producción y el consumo son dos momentos
claves dentro de la cadena de suministro. En el caso de los productos, la producción y el consumo se
dan en momentos distintos. En cambio, en el caso de los servicios, la producción y el consumo se dan
al mismo tiempo.