Las exposiciones orales sirven para transmitir información a un público
presente, con la intención de dar a conocer un tema. La intención de la
exposición oral es crear un ambiente de comunicación e interacción entre el
expositor y el público.
La estructura de la exposción debe tener:
1. Un título: que guíe al lector sobre el tema de
la exposición.
2. Una introducción: que precise el tema de la exposición y capte la atención
del auditorio; que explique las partes de la exposición y los antecedentes del
tema.
3. Un cuerpo: que desarrolle el tema y explique los resultados de
las investigaciones, sus interrogantes y cómo se ha tratado de
resolverlas.
4. Un cierre: que presente un resumen de las
ideas más importantes y las conclusiones
sobre el tema.
PREPARAMOS UNA EXPOSICIÓN ORAL
1) Pensamos el objetivo de nuestra exposición, a partir
de estas preguntas: • ¿Por qué es importante que se
divulguen los conocimientos científicos? • ¿Qué
queremos lograr con nuestra exposición?
2) Preparamos la intervención. Primero debemos
informarnos bien acerca del tema. En este caso, nos
basaremos en el texto de divulgación científica escrito
previamente.
3) Adecuamos el lenguaje según el público. Para esto,
editamos nuestro artículo en un lenguaje sencillo, pero
que a la vez utilice el vocabulario técnico apropiado.
4) Elaboramos un guion. Establecemos los puntos
que se van a tratar en la exposición oral.
5) Preparamos recursos de apoyo. Por ejemplo: carteles con
gráficos o infografías, presentación en PowerPoint, material
concreto, etc. Como no vamos a leer, sino a exponer,
podemos tener algunas tarjetas o apuntes que nos sirvan
de apoyo para mantener el orden de las ideas.
6) Ensayamos la exposición. Practicamos en voz alta, ya sea
ante un espejo o ante una persona de confianza, y corregimos
cualquier error de dicción, de postura, de fluidez o de
coherencia. Otra opción es grabarnos en video o en audio y
autoevaluarnos.