Fomentar el lavado de manos como un hábito de vida saludable.
Es aconsejable ducharse diariamente o al menos tres veces a la semana y hacerlo preferentemente por la noche, así el cuerpo se relaja y descansa mejor.
Los dientes y encías bien cuidados ayudan a los niños a mantener una buena salud.
Los niños deben cepillarse los dientes al menos tres veces al día. O después de cada comida.
Deben visitar regularmente el dentista.
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Vacunación.
La mejor manera de prevenir las infecciones está en las vacunas.
El niño debe recibir las vacunas en el tiempo indicado en el calendario de vacunación.
Si el ciclo de vacunaciones se interrumpe, no es necesario volver a empezar, pero es importante terminarlo. La responsabilidad es de los padres para que el niño no padezca de ninguna enfermedad.
Tener una alimentación saludable es igual a una dieta equilibrada. Es importante incluir en justa medida, alimentos de todos los grupos, controlar las porciones y tener rutinas saludables a la hora de comer.
Si tus hijos realizan actividades físicas de forma regular, se aumentan las posibilidades de disfrutar una vida sana y tener un desarrollo físico y cognitivo saludable. Practicar algún deporte aporta beneficios importantes en tus hijos; crecen sanos, felices y tienen un mejor rendimiento en el colegio.