Fueron tres las formas de gobierno desarrolladas durante igual número
de etapas del mundo romano: Monarquía, república e imperio.
I. Monarquía: La monarquía romana
fue la primera forma política de
gobierno de la ciudad-estado de
Roma, desde el momento
legendario de su fundación el 21 de
abril del 753 a. C., hasta el final de la
monarquía en el 510 a. C., cuando el
último rey, Tarquinio el Soberbio, fue
desterrado, instaurándose la
República Romana
II. La República. La República (509 a. C. - 27 a. C.) fue
una etapa de la Antigua Roma en la cual la ciudad y sus
territorios tuvieron un sistema de gobierno ejercido por
magistrados electos por asambleas de ciudadanos, en el
contexto de un estado de derecho. Una característica
del cambio fue que la administración de la ciudad y sus
distritos rurales quedó regulada por el derecho de apelar
al pueblo contra cualquier decisión de un magistrado
concerniente a la vida o a las leyes. La República
romana careció de una constitución política escrita,
teniendo ésta un carácter más bien de Derecho
consuetudinario; su ordenamiento y funcionamiento
estuvieron dictados por los usos y costumbres de la
clase patricia fundadora y de acuerdo con sus intereses
oligárquicos
EL SURGIMIENTO DEL
MUNDO ROMANO
La tradición clásica expresa que se fundó, en el
753 a. C., a orillas del río Tíber por Rómulo y Remo,
quienes fueron hijos –según el mito romano- del dios
Marte y de la princesa Rea Silvia. Fueron
abandonados por su madre junto al rio Tíber y
recogidos y amamantados por una loba. Esa misma
tradición sitúa a estos hermanos como
descendientes de Eneas, príncipe de Dardania y
yerno de Priamo, rey de Troya. Para el relato,
Rómulo vence y mata a sus hermano Remo y funda
la ciudad de Roma. La historia contemporánea opta
por atribuirle la fundación de Roma al rey etrusco
Lucio Tarquinio Prisco a finales del s. VII AC.
EL DERECHO
ROMANO
La expresión «Derecho romano» designa el ordenamiento jurídico que rigió a los ciudadanos de
Roma y, con posterioridad, de aquellos instalados en distintos sectores de su Imperio, en un
espectro histórico cuyo punto de partida se sitúa a la par de la fundación de Roma (c. 753 a. C.) y
que se extiende hasta mediados del siglo VI d. C., época en que tiene lugar la labor compiladora
del emperador Justiniano I el conocido desde el Renacimiento como Corpus Iuris Civilis (Cuerpo
de derecho civil). El antecedente del derecho romano está en la Ley de las XII tabla s o Ley de la
igualdad (451 AC). Fue un texto legal que contenía normas para regular la convivencia del pueblo
romano. Por su contenido se dice que pertenece más al derecho privado que al derecho público.
Fue el primer código de la Antigüedad que contuvo reglamentación sobre censura (pena de muerte
por poemas satíricos).
EL IMPERIO ROMANO Y
LA RELIGION
Es muy significativa la denominada helenización de
los cultos religiosos de los romanos. Al principio, los
romanos consideraron el cristianismo como una
nueva secta judía. El historiador Suetonio menciona
las revueltas causadas en Roma en tiempo del
emperador Claudio "por un tal Cresto“ (¿Cristo?),
cuyas doctrinas debían haber sido divulgadas por
emigrantes o esclavos judíos en Roma. Asimismo,
Tácito en sus Anales habla de la persecución a los
cristianos ("nombre que toman de un tal Cristo"), por
parte de Nerón. Fue el emperador Constantino quien
en febrero de 313 DC, mediante el Edicto de Milán
reconoce al cristianismo y lo protege de las
persecuciones que había sufrido hasta entonces y
posteriormente convoca al Concilio de Nicea. En el
año 392 DC, el emperador Teodosio I, mediante el
edicto de Constantinopla, prohibió todos los cultos
paganos y declara al cristianismo como religión
oficial del Imperio.
CAIDA DEL
IMPERIO ROMANO
La versión tradicional del final del mundo antiguo fue que
la desintegración política y militar del poder romano en
Occidente acarreó la ruina de su civilización. Diversas son
las teorías que tratan de analizar y explicar el
derrumbamiento de Roma como imperio. Van desde la
tesis de la evolución cultural hasta el surgimiento y
fortalecimiento de los denominados pueblos bárbaros, el
desgaste moral, político y económico de los últimos
césares y hasta la expansión del cristianismo.