¿Quien fue Rene Descartes? También llamado Renato
Cartesius, nacido el 31 de marzo de 1596 en la Tirena, es
considerado el padre de la filosofía moderna y quien
marca el final del pensamiento antiguo y medieval. Pero
Descartes no solo fue filósofo, sino que además fue un
intelectual que incursionó en distintas áreas. Quizá
“Cogito ergo sum” sea una de las frases más conocidas
de la filosofía.
Descartes difunde y populariza en el siglo XVII la Duda
Metódica como método y principio para llegar a una base
de conocimiento cierto desde la que partir y fundamentar
un conocimiento más extenso del mundo. No obstante,
son notables y numerosos los escritos y filósofos
anteriores que coinciden en formulaciones similares, no
sólo en su contenido, sino también con evidentes
similitudes formales, que sugieren fuertemente que los
pudo haber tomado como fuente de consulta e inspiración
en su propia filosofía
La primera meditación de Meditaciones sobre filosofía
primera en las cuales se demuestran la existencia de
Dios y la distinción real entre el alma y el cuerpo del
hombre de René Descartes lleva por nombre “De las
cosas que se pueden poner en duda”. En ella expone
las razones por las cuales se puede dudar en general
de todas las cosas y en particular de las cosas
materiales
Para Descartes, todo lo que había admitido como verdadero lo
había tomado por y con los sentidos, pero, se da cuenta que
los mismos pueden ser engañosos. Acá se introduce la duda,
se puede dudar de todo, menos de la propia existencia.
Sin embargo, el autor se compara con aquellas personas que cuya
inestabilidad mental no les permite distinguir lo que piensan de lo
real. Pero dormido, el hombre es capaz de tener sueños que no se
ajustan a lo que vive cuando se encuentra en vela.
Descartes y la Duda Metódica: El objetivo de
Descartes es encontrar verdades absolutamente
ciertas sobre las cuales no sea posible dudar en
absoluto, se trata de encontrar verdades evidentes que
permitan fundamentar el edificio del conocimiento
verdadero con absoluta garantía
La duda metódica, en especial su
crítica a los sentidos le sirvió a
Descartes para la defensa del
carácter inmaterial de la mente:
Todos los cuerpos son dudables,
incluido el propio, la mente propia no lo
es, luego la mente debe estar
constituida de una realidad distinta a
la física, las mentes son substancias
pensantes ("res cogitans"), los
cuerpos substancias extensas ("res
extensa").
Descartes inicia la corriente idealista en la
metafísica moderna.
Descartes decía: La duda siempre estará presente
en el ser humano, no es posible vivir sin ella, dudamos
de nosotros mismos, nunca llegamos a conocernos lo
suficiente como para que no exista esta duda.
El continuo cuestionamiento de todo, lo que se
encuentra en nuestra mente o lo que está fuera
de ella, se encuentra presente en todo momento
de la vida
Descartes con su “Pienso, por lo tanto existo” nos
demuestra que existimos y somos, la duda nos
conduce al pensamiento y precisamente porque
dudamos, pensamos y somos capaces de creer que la
realidad aunque sea o no sea verdadera, existe al
menos en la mente.
En este método la cuestión preliminar y fundamental es la
de decidir por dónde empezar la búsqueda. La respuesta
y el primer momento de este proceso de búsqueda del
conocimiento verdadero es la llamada duda metódica. La
duda metódica consiste en descartar cualquier supuesto
no seguro, del que se pueda dudar. Si esta existe, este
supuesto podría ser verdadero o falso. No permitiría
construir sobre él el conocimiento
Esta duda no debe ser considerada como real, sino como un
instrumento metódico para alcanzar su objetivo: la intuición de
una idea clara y distinta, evidente por tanto, sobre la que no
exista ninguna posibilidad de duda. Encontrar, en suma, una
verdad que pueda ser el punto de partida del edificio del
conocimiento.
Tres serán los motivos de duda: • Duda sobre la fiabilidad de los sentidos:
existe un gra número de ilusiones y alteraciones perceptivas. Por tanto los
sentidos nos proporcionan conocimiento probable, y lo probable es dudoso,
debido a esto Descartes no se fía de ellos •Dificultad de distinguir la vigilia del
sueño: tengo sueños tan reales que parecen verdaderos, ¿como se que ahora no
estoy soñando?. Alguna vez ha sido engañado por el sueño por tanto tampoco
se fía de este •Hipótesis del genio maligno: motivo de duda radical y extremo.
Se trata de la existencia de un genio maligno engañador que afecta a las
verdades matemáticas Esta duda es provisional, es un camino para obtener la
verdad absoluta y no una vía hacia el escepticismo.
Descartes publica por primera vez esta idea en
francés en 1637, «Je pense, donc je suis», (Pienso
luego existo), en su Discurso del método2.
Posteriormente aparece en latín en su famosa
expresión «Cogito, ergo sum», en 1644 en sus
Principios de Filosofía