El acoso escolar (también conocido como hostigamiento escolar, matonaje escolar, matoneo escolar,
maltrato escolar o en inglés bullying) es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico
producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado tanto en el aula,
como a través de las redes sociales, con el nombre específico de ciberacoso. Estadísticamente, el tipo
de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros
escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de
entrada en la adolescencia, siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de víctimas.
El acoso escolar es una forma característica y extrema de violencia escolar
Este tipo de violencia escolar se caracteriza, por tanto, por una reiteración encaminada a conseguir
la intimidación de la víctima, implicando un abuso de poder en tanto que es ejercida por un agresor
más fuerte (ya sea esta fortaleza real o percibida subjetivamente) que aquella.
El sujeto maltratado queda, así, expuesto física y emocionalmente ante el sujeto maltratador,
generándose como consecuencia una serie de secuelas psicológicas (aunque estas no formen parte
del diagnóstico); es común que el acosado viva aterrorizado con la idea de asistir a la escuela y que
se muestre muy nervioso, triste y solitario en su vida cotidiana. En algunos casos, la dureza de la
situación puede acarrear pensamientos sobre el suicidio e incluso su materialización, consecuencias
propias del hostigamiento hacia las personas sin límite de edad.