El oído nos permite captar los sonidos que se producen en el ambiente, capacidad fundamental para
ubicarnos y para actuar. También es un elemento necesario en la comunicación humana y en la
producción del lenguaje. El órgano del oído, además, es el encargado de que, al movernos, no
perdamos el equilibrio.
Sentido corporal mediante el cual se perciben el contacto o la presión de las cosas sobre
la piel y se distinguen ciertas cualidades que tienen, como la forma, el tamaño, la
textura, la dureza o la temperatura.
Es el sentido que permite identificar sabores por medio de la lengua.
El ser humano es capaz de percibir un abanico amplio de sabores,
dulces o salados, ácidos o amargos, y la combinación de varios
estímulos, entre ellos textura, temperatura, olor y gusto.
El sistema visual detecta los estímulos luminosos (ondas
electromagnéticas), distinguiendo entre dos características
de la luz, su intensidad y la longitud de onda (los colores).
Sin embargo, la luz, antes de llegar a la retina atraviesa las
distintas partes del ojo: la córnea, el humor acuoso, la
pupila, el cristalino o lente natural del ojo y el humor
vítreo. Además, la retina contiene dos tipos de células
fotoreceptoras. Las llamadas bastones (responsables de la
visión periférica y nocturna) y conos (son sensitivas al
color de la luz).
olfato completa el sentido del gusto determinando, en gran parte, el sabor y la palatabilidad
de las comidas y bebidas. El olfato y el gusto, por su funcionalismo semejante han sido
valorados de una manera conjunta, en determinados aspectos, y se les ha agrupado bajo la
denominación de sentidos químicos. Al olfato se le considera por tanto un sentido accesorio
al gusto.
Los pasos básicos de la comunicación son la formación de una intención de
comunicar, la composición del mensaje, la codificación del mensaje, la
transmisión de la señal, la recepción de la señal, la decodificación del mensaje
y finalmente, la interpretación del mensaje por parte de un receptor.
resulta una capacidad propia del ser humano. Se exterioriza con el uso de los signos, a través de la
lengua y el habla. Es racional debido a que requiere del uso de la razón para asociar los signos
lingüísticos. Se puede manifestar de manera verbal o no verbal.