La educación inclusiva es una pieza
fundamental, llevándola bien a
cabo podemos crear un mundo
diferente donde prime la equidad y
la calidad educativa para todos y
todas sin excepción alguna.
Debería ser primordial para la
construcción de currículos en
todas las instituciones y así
eliminar las barreras que limitan
muchas veces los sujetos
denominados discapacitados.
Pero que lo único que los dificulta
es un desconocimiento del tema
por parte de muchas personas y
falta de implementación o
adecuación de escenarios.
Hoy en día contamos con
muchas medidas que
favorecen la educación
inclusiva, tales como:
El Diseño Universal para el
Aprendizaje DUA que ha
traído consigo nuevas
herramienta y metodologías
de la mano de la didáctica,
que favorece a todos los
estudiantes.
El Plan Individual de Ajustes
Razonables que nos brinda la
adecuación o modificación
de estrategia y estructuras
para el beneficio de todos.
También la atención a la diversidad
me parece importante ya que
además de ir de la mano con la
educación inclusiva garantiza un
ambiente favorable para todos los
integrantes de un aula de clase.
El anterior debería ser tenido
en cuenta por los docentes
para un mejor ambiente y
experiencias agradables.
Entonces, la educación inclusiva
forma personas
consientes, capaces,
razonables, con valores,
sujetos solidarios capaces
de transformar el mundo.
y es claro que todos los
docentes tendríamos que
tener totalmente claro el
concepto y mas que eso
implementarlo y socializarlo
ya que somos partidarios
de los cambios positivos.
“La educación inclusiva hace referencia a
todas aquellas habilidades para reconocer,
favorecer, impulsar y valorar la diversidad,
con especial atención a las situaciones de
vulnerabilidad, cuyas acciones comportan
el respeto a la diferencia, vivir con otros y
garantizar la participación equitativa de
todos los miembros de la comunidad”
(Marulanda y cols., 2013, p. 17).