El secado es un método de conservación de alimentos consistente en extraer el agua de estos, lo que
inhibe la proliferación de microorganismos y dificulta la putrefacción. El secado de alimentos
mediante el sol y el viento para evitar su deterioro ha sido practicado desde la antiguedad. El agua
suele eliminarse por evaporación (secado al aire, al sol, ahumado o al viento)
Porque secar los alimentos
Conservar los alimentos durante muchos meses y consumirlos conservados en períodos de escasez o
fuera de temporada. • Asegurar la calidad de la alimentación de la familia durante todo el año. •
Aprovechar la energía gratis y limpia del sol y la gran cantidad de frutas que todos los años se
producen. • Generar
trabajo.
Tipos de secado
Al aire libre
Secadores solares
Tipos de secaderos
carpa
armario
tunel
Tecnicas para un buen secado
1. Aire caliente a una temperatura de 40 a 70ºC 2. Aire con un bajo contenido de humedad 3.
Movimiento constante del aire
La deshidratación ha sido desde siempre el mejor sistema de conservar los alimentos: se trata de
extraer solamente el agua, mediante calor suave que no altera los nutrientes.
Ventajas
Permite conservar todos los alimentos, Conservación durante meses o años, Los sabores se
intensifican,Reduce el espacio de almacenaje, manipulación y transporte
ventajas de deshidartadores
Estabilidad de las condiciones, Podemos elegir diferentes grados de texturas,Bajo consumo eléctrico,
Ahorro, Alimentos saludables
Adición de azúcar: cuando se realiza a elevadas concentraciones permite que los alimentos
estén protegidos contra la proliferación microbiana y aumenta sus posibilidades de
conservación, este proceso se lleva a cabo en la elaboración de leche condensada,
mermeladas, frutas escarchadas y compotas.
Recomendaciones
Consumir conservas en azúcar puede formar parte de una dieta saludable, siempre que se hayan elaborado con
garantías desde el punto de vista de la seguridad alimentaria. Sin embargo, su consumo debe ser moderado y
ocasional, para prevenir determinadas dolencias asociadas con el elevado consumo de azúcares, como la caries
dental. Debido a que su valor calórico es muchísimo mayor que el de la fruta fresca, es importante no abusar de
ellas, en especial en caso de diabetes u obesidad. Aunque hoy disponemos de frutas en conserva sin azúcares
añadidos, sus propiedades sobre la salud no se equiparan a las de la fruta fresca. Se recomienda tomar al menos tres
raciones de frutas al día. Una ración de fruta (140-150 gramos en crudo y limpio) equivale a una rodaja mediana de
melón, sandía o piña (frutas grandes), una pieza de frutas medianas (pera, manzana, naranja, plátano, membrillo,
pomelo, etc.), de dos a tres piezas de frutas pequeñas (albaricoques, ciruelas, dátiles, mandarinas, higos, etc