Los Mitos y las Leyendas son una de las costumbres más
importantes del pueblo colombiano. Hacen parte de la tradición oral
de los pueblos que se encargaron de unir la fantasía con las
creencias populares, el resultado fue una serie de cuentos que han
ido evolucionando a través de los siglos. Son fantasías que fueron
tomando forma gracias al imaginario colectivo y se han encargado
de proporcionar las primeras explicaciones no científicas de
fenómenos naturales.
Leyendas: Son narraciones que tienen principio
en recuerdos históricos o en hazañas, pero a las
que se agregan fantasías y habladurías
populares. No sólo refieren los sucesos reales
ocurridos sino otros de dudosa veracidad o
misteriosos.
Mitos: Llamamos mitos en general a una serie de
personificaciones de fuerzas naturales que
gobiernan la vida del pueblo, especialmente en él
ambiente campesino. Muchos de ellos poseen una
categoría de creaciones filosóficas (teogonías) y de
simbolizaciones artísticas (tótems) que vienen a
representar una especie de grupos tutelares que
serian a la vez amos de los seres mortales y
servidores suyos, a merced de las invocaciones
realizadas para conseguir su favor o ayuda.
Son por ello a la vez enemigos temibles que pueden
transformarse en amigos poderosos. Todo depende del
comportamiento que sepamos observar y del respeto que
les otorguemos.
Es notable la tendencia moral que en nuestras tribus primitivas determina el
trato que se debe a los animales y seres naturales y aun a ríos, lagunas,
montes, etc. Terminando en aumento de categorías hasta la luna ye el sol. De
tal modo aparece el universo como una gran familia o una hermandad de todos
los seres que han de estar en armonía para el buen suceso de la vida humana.
Separamos los mitos en mayores, menores y espantos.
Los mayores constituyen una especie de deidades tutelares; los
menores se asimilan genios maléficos o traviesos; los espantos
son simple visiones o sugestiones que se emparentan con los
espíritus o ánimas de los muertos y se localizan en los lugares
sombríos, lóbregos o medrosos como cementerios, graneros,
casonas derruidas, edificaciones muy antiguas, parajes solitarios,
etc.