La subdivisión del espacio arquitectónico surge como respuesta a todas las demandas
de uso que exigen diferenciación, aislamiento y/o protección. Así por ejemplo, los
espacios interiores de un edificio los aislamos del medio exterior, con el objetiv
Ejemplo
los espacios interiores de un edificio los aislamos del medio exterior, con el objetivo primordial de
crear unas condiciones de ocupación confortables para el usuario, e interiormente organizamos
espacios diferenciados, con individualidad propia, según sea el carácter de la actividad que se realice
en cada uno de ellos.
LA SUBDIVISIÓN DEL ESPACIO.
SURGE
QUE ES
La subdivisión del espacio arquitectónico es un problema
de delimitación, la cual se puede llevar a cabo por medio
de planos construidos que sirven para marcar los límites o
fronteras del espacio o también mediante límites virtuales
o simbólicos que aunque no expresen un hecho físico,
contribuyen a la definición y organización del espacio
deseado.
EJEMPLO
el cambio de nivel en una parte del piso o de la cubierta, puede definir un ambiente diferenciado de
mayor privacidad o importancia, de la misma manera que elementos lineales que se repiten
horizontal o verticalmente, pueden suministrar un grado suficiente de cerramiento y un cambio de
color o de textura, pueden sugerir un plano de separación.
ORGANIZACION
El espacio arquitectonico debe de estar organizado de manera que tenga las características adecuadas
para el desarrollo de cualquier actividad del hombre.se deberá tener encuenta también a todos los
requerimientos que puedan influir sobre la actitud psicológica del usuario. Muchas veces las
sensaciones de protección, tranquilidad o privacidad contrastan con la solución física. Por ejemplo, un
espacio puede ofrecer una efectiva protección física pero no propiciar un ambiente acogedor, con lo
cual las personas que lo habitan se sentirán intranquilas e inseguras dentro de él. Muy conocida es la
influencia que tiene la forma, el color, las texturas, la luz, las sombras o el ruido sobre la psicología del
individuo.De acuerdo a la manera como el edificio controle cada uno de estos componentes, se
determinarán las condiciones de habitabilidad óptimas (grados de confort) del espacio interior.
LOS CERRAMIENTOS Y EL CLIMA.
La zona de confort.
Uno de los requisitos fundamentales del bienestar
humano es la conservación del equilibrio térmico entre
el cuerpo y su entorno.
El confort o bienestar climático de un espacio se referirá entonces, al logro
de las condiciones más favorables que propicien la correcta y natural
disipación del calor corporal para un desarrollo cómodo y eficiente de las
actividades humanas. en términos muy generales, se puede decir que la
zona de confort climático estará comprendida entre humedades relativas
de 30% y 65% y temperaturas de 21ºC y 26ºC, con pequeños movimientos
de aire.
El clima interior.
Un edificio debe estar en capacidad
de participar por sí mismo en el
logro de su clima interior más
favorable.
El control activo
El control pasivo
para el logro del clima interior más
confortable en el edificio, se refiere a la
utilización de las características propias de
los materiales y de los elementos que
conforman su sistema de cerramiento, para
buscar el control del asoleamiento y de la
temperatura, humedad y movimiento del
aire, sin tener que recurrir a equipos
mecánicos de alto consumo energético.
El control del asoleamiento.
La transferencia del calor
desde un objeto caliente a
otro menos caliente se
efectúa mediante tres
mecanismos básicos, a
saber:
1. La radiación, que es la
transferencia de calor a
través del aire;
2. La conducción, que es la
transferencia del calor a
través de un material sólido;
3. La convección, que es la
transferencia de calor por medio
de una corriente móvil de aire o
de agua.
para el logro del confort climático, se refiere a la
utilización de diversos medios artificiales que
propician el clima adecuado en el edificio y están
constituidos básicamente por las instalaciones
mecánicas de calefacción, ventilación y aire
acondicionado, las cuales se diseñan para ajustar las
características interiores de un espacio, de tal manera
que con ello se reduzca la pérdida de calor del cuerpo
humano cuando haga frío (calefacción) o se propicie su
enfriamiento más rápido cuando haga calor (aire
acondicionado), procurando llegar siempre a niveles
confortables.
El color no tiene ninguna
relación con el
comportamiento de una
superficie en lo referente a su
capacidad para emitir el calor
absorbido y por eso, una
superficie negra o una
superficie blanca perderán
igual cantidad de calor hacia el
exterior durante la noche.
Una superficie expuesta al sol y
cubierta de cal, permanecerá
más fresca que una superficie
de aluminio brillante pues,
aunque la última refleja mayor
porcentaje de calor solar, la
capacidad del aluminio para
emitir el calor absorbido es
mucho menor que la capacidad
que tiene en este sentido la
superficie de cal.
Los árboles protegen al edificio
con su follaje, de la misma
manera como los aleros de las
cubiertas, los balcones, los
quiebrasoles y los toldos,
bloquean el paso de la radiación
solar protegiendo las ventanas
que son los elementos más
vulnerables de las fachadas,
puesto que el vidrio corriente
deja pasar más del 80% de la
radiación solar pero rechaza la
mayor parte de la radiación
proveniente de las superficies
interiores calentadas.La forma
de los muros y de las cubiertas
influye también en la ganancia
de calor del elemento
La resistencia térmica
los metales y el vidrio, que son
buenos conductores, tienen una
resistencia térmica muy baja y por lo
tanto son malos aislantes del calor.
Los materiales pétreos (piedra,
ladrillo, hormigón) que son regulares
conductores, tendrán una resistencia
térmica media y un regular
comportamiento como material
aislante del calor. La madera que es
mala conductora, tiene una alta
resistencia térmica y constituye un
excelente material para el
aislamiento del calor.
EL AIRE
El aire cumple también un papel
muy importante como aislante del
calor, pero con la condición de que
se encuentre en reposo Las
cámaras de aire que se suelen
dejar en el interior de paredes,
tabiques y ventanas, se basan en
dicha propiedad aislante del aire El
efecto aislante del aire también es
aprovechado ventajosamente en
los muros de ladrillo o de bloques
de cemento huecos, que tengan
divisiones interiores relativamente
pequeñas y numerosas.
La capacidad térmica
a mide la facultad del material para
almacenar el calor, proporcionando a los
muros exteriores la oportunidad de guardar
dentro de sí las temperaturas altas de las
horas cálidas del día impidiendo su paso al
interior, para devolverlas al exterior en las
horas frías de la noche.
La tierra, el ladrillo, la piedra, el
yeso, el hormigón y los metales son
materiales de alta capacidad
térmica, la cual aumenta en
proporción directa a su masa.
Durante el día el sol calienta las
superficies expuestas de los
elementos de cierre del edificio y
ese calor penetra lentamente a
través de ellos, transportándose
por conducción hacia el interior
menos caliente. Pero con elementos
gruesos de alta capacidad térmica,
se logra que gran cantidad de ese
calor se almacene dentro de ellos
antes de alcanzar el interior del
edificio
Los medios pasivos para el control del
asoleamiento se basan entonces, en el
aprovechamiento de las propiedades
reflectivas de las superficies y en la
utilización de la resistencia y la
capacidad térmica de los materiales
empleados en la construcción de los
elementos de cierre.
MIDE
LA CONVECCION
Todos los cuerpos sólidos
tienen la capacidad de
emitir su propio calor a
través del aire en forma de
radiación, la cual afecta de
diversa manera a los
materiales que toca,
produciendo en ellos:
a. Reflexión, que es la porción
del calor incidente que rebota
del material sin afectar su
temperatura
b. Absorción, que es la porción
del calor incidente que penetra
en el material y hace subir su
temperatura;
c. Emisión, quees la porción del
calor incidente que el cuerpo
ha absorbido y que puede
emitir en forma de radiación
hacia otros objetos.
Así podremos analizar la forma como se transmite hacia el interior de un edificio el calor incidente
que procede del sol y que le llega en forma de radiación: La cubierta y las fachadas exteriores
reciben directamente la radiación proveniente del sol, además de las radiaciones
que provienen de los edificios vecinos y de los alrededores calentados por el sol.
Parte de dicha radiación incidente será reflejada al exterior por la superficie del elemento de
cerramiento y parte será absorbida y conducida por el material del mismo elemento, para ser luego
emitida al interior menos caliente. La superficie del piso interior que también puede recibir
directamente la radiación solar a través de las ventanas, calentará el aire ambiental inmediato, el
cual tratará de subir naturalmente, desplazando al aire superior de menor temperatura,
estableciéndose una corriente ascendente que propaga el calor por convección.