a las cosas que nos acostumbramos de alguna manera, el marxismo y otras corrientes y
tradiciones– no parecen servirnos totalmente en este momento. Nos sirven en parte, y pienso que
hoy hay una vuelta al marxismo en todo el mundo. Esto no me sorprende porque la crisis del
marxismo, de alguna manera coincidió con la “marxización” del mundo: la idea de que el mundo
era cada vez más parecido a lo que Marx había diagnosticado. Las dificultades aparecen al pasar
del diagnóstico a una visión del futuro, cuestión que en el marxismo nos trae muchos problema
Esta es la manera en que intento ver lo que pasó y por qué es necesario reinventar el
conocimiento-emancipación. Porque de alguna manera la ciencia moderna se desarrolló totalmente
en el marco del conocimiento-regulación que recodificó, canibalizó, pervirtió las posibilidades del CE
Y es por eso que el CE tiene que ser una ecología de saberes, no puede ser simplemente el saber
moderno científico que tenemos: este es importante, necesario, pero tiene que estar incluido en una
ecología de saberes más amplia. Es muy importante entonces hacer este cambio, de una
epistemología basada solamente en una forma de conocimiento a otra de ecología.
Debemos hacer una nueva pregunta:
si lo que aprendes vale lo que desaprendes u olvidas. Hay
conocimientos propios, y esto que puede parecer una cosa marginal es un problema absolutamente
central en África, en Asia y también en América Latina. Existe otra manera de ver la ignorancia,
porque la utopía de una ecología 46 Renovar la teoría crítica y reinventar la emancipación social de
saberes es que puedas aprender otros conocimientos sin olvidar tus propios conocimientos. Pero
nuestra enseñanza en las universidades, nuestra manera de crear teoría, reprime totalmente el
conocimiento propio, lo deslegitima, lo desacredita, lo invisibiliza. Por tanto, tenemos que enfrentar
retos exigentes, como estoy proponiendo en este seminario