No sólo se trata de conocer bien tu negocio o mercado. También debes saber qué tan rentable será en el futuro y
que ajustes deben hacerse en el camino
5 TIPS PARA LAS CUENTAS
1. Conocer bien tú negocio e identificar las
fortalezas de venta de tu producto o servicio.
La finalidad es reflejarlos en el estado de
resultados.
2. Ser consistente con las cifras que
quieres proyectar, es decir, que todas
las partes coincidan o sean sólidas.
3. En el balance general, tener claras las
deudas que puedas adquirir, los montos
que necesitarás para pagarles a tus
proveedores y el crédito que les darás a
tus clientes.
4. Hacer un análisis minucioso de
cada punto del estado de resultados
(con el que puedes saber costos,
gastos y la utilidad del ejercicio en un
periodo determinado), el balance
general (que refleja los activos y
pasivos de la empresa) y el flujo de
efectivo (que muestra las operaciones
con efectivo).
5. Realizar una proyección nueva
cada vez que algún factor externo o
imprevisto se presente.
Conoce tu empresa: Dominar las cifras de tu organización te ayudará a tener un panorama de
la situación actual para hacer una proyección realista. Antes de realizar una proyección
financiera realizar un análisis DOFA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas) de la
empresa en general, para observar la situación en la que se encuentra tanto internamente
como en el mercado.
Determinar el tiempo de Proyeccion: Las proyecciones financieras pueden ser
mensuales o anuales o, como se hace usualmente, a cinco años, dependiendo de cómo
funcione la empresa. Lo recomendable es hacerlas cada 30 días, para evaluar las metas
periódicamente. Una planeación táctica donde organizan las estrategias que llevarán a
cabo mes a mes para cumplir con los propósitos. Para hacerlo, contemplan el
presupuesto que les otorgaron en la proyección y revisan que las medidas estén
alineadas con la filosofía del negocio. Constantemente le dan seguimiento a cada área
para medir el logro de objetivos a través de un sistema interno al que llaman
"semaforización".
Cuando uno de los indicadores está en verde, es
porque las metas planteadas se completan en
tiempo y forma.
Cuando está en amarillo, existe algún
problema al que se le debe poner atención.
cuando está en rojo, indica que no se
cumplieron las expectativas.
Analiza tu caso Si se trata de un nuevo proyecto de
inversión, debes estimar el precio del producto y el
costo de operación, además de establecer las
políticas de costos, gastos y de los otros indicadores.
Elabora un estado de resultados.
Resueltos los puntos anteriores, desglosa
cada indicador del estado de resultados.
Este documento debe reflejar los
ingresos, egresos y costos de la empresa.
Calcula el histórico de ventas. Evalúa esta parte de la
proyección con el promedio histórico de los costos y
con relación a las ventas de la empresa. Toma en cuenta
si en el último periodo se hizo un gasto sustancial el
cual afecte el indicador.
Haz una proyección de ventas. Realízala con base en el
presupuesto que tienes. Para ello, contesta las
siguientes preguntas: ¿en qué cantidades se vende el
producto?, ¿cuántos clientes tienes? y ¿cuál será el
precio?
Realiza un balance general. Una vez que tengas las cifras
estimadas del estado de resultados, desarrolla cada indicador
del balance general. Considera que las cantidades proyectadas
tienen que coincidir con todos los rubros del balance. Por
ejemplo, al expresar que en un año aumentarán las ventas,
también deberás plantear que crecerán las cuentas por cobrar.
Prevé el flujo de efectivo. Con los dos estados financieros
anteriores, elabora una proyección del estado de cambios de la
situación financiera con base en el efectivo (flujo de efectivo). Esta
parte describe cómo va a ser la liquidez. Si la cifra final es positiva, tu
empresa es rentable; de lo contrario tendrás que replantear tus
escenarios.
Fija las premisas de proyección. Determina cuánto puedes
incrementar las cifras y a cuántos años. Revisa que en cada
periodo se hagan los ajustes necesarios de acuerdo con
decisiones importantes que se vayan tomando en la empresa,
como la compra de activos, nuevas contrataciones, adquisición de
un crédito o incremento de producción.