Martín Buber

Martín Buber

Filosofía del encuentro o del Diálogo. Asumiendo el encuentro y el dialogo como el medio primordial sobre el cual adquirir conocimiento de la realidad, a partir de la relación humana, con los otros, con la naturaleza y su sentido de trascendencia.
1. El ámbito dialógica se compone a partir de una comprensión del mundo desde un par de vocablos “Yo-Tu” y “Yo- Ello” A partir del Yo-Tu el ser humano se interrelaciona con otro, emerge una bilateralidad, se genera un ámbito que posibilita el reconocimiento y por ende la responsabilidad de manera libre. El Ello se utiliza como un medio para acceder al mundo y la supremacía del Yo-Ello desemboca en un ser humano incapaz de descubrir a la humanidad y ser cerrado en sí mismo y los objetos- cosas.
Nace el 8 de febrero de 1878 en Viena. En 1896 inicia estudios en la Universidad de Viena se ve influenciado por las obras de Spinoza. En 1898 se adhiere al sionismo. En 1904 publica su obra doctoral acerca de la mística de Eckhart y de Jacob Bóhme. En 1923 publica su reconocida obra Yo y Tú así como Diálogo en 1932. En 1925 inicia la traducción alemana de la Sagrada Escritura con la ayuda de Franz Rosenzweig, finalizando en 1962. En 1933 sume la dirección de la Académia Libre Judía y en los 40s asume la Catedra de Filosofía Social en la Universidad Hebrea de Jerusalém hasta 1951. Muere en 1965 en Jerusalém a los 87 años.
Educación y Cosmovisión. La enseñanza según Buber tiene que lograr que aunque las personas tengan cosmovisiones diferentes, se logre una convivencia autentica de iguales, con sentimientos diversos, logrando así crear una comunidad. Para crear esto se necesita confianza y responsabilidad.
Educación Dialógica. El niño es una realidad innegable e irrepetible, la humanidad no se acaba en ningún momento, la niñez en este caso evidencia la tónica innovadora, que impulsa a la humanidad y de aquí la importancia de la formación educativa. La primera infancia nos muestra el talento creativo del ser humano, el niño no busca tener, sino hacer, no ambiciona, más bien apasiona, no persigue el Ello se adhiere al Tu a su instinto creador. Buber cree que la educación ha perdido carácter de espontaneidad, esta ensordecida por el Ello de la existencia, el cree que hay que humanizar la realidad educativa. La tarea del educador es la de liberar las fuerzas internas de cada niño, esto ocurre a partir de la reciprocidad, de la unión, del encuentro. El educador debe guiarlo en pos de la construcción de su ser.

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